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Brigantium

De PICHAS.

De PICHAS.

Los científicos no han tenido mejor ocurrencia ni más noble que andar midiéndole la verga a los paisanos, como un grupo de chicuelos en los urinarios de la escuela. Y con el agravante de haber establecido la diferencia entre lo que han llamado “máxima extensión” y estado de “reposo”. Se dice que el estudio es pionero en Europa y uno de los más completos. También se asegura la “rigurosidad” de la metodología empleada.

Quienes somos curiosos por naturaleza nos hacemos algunas preguntas. ¿Para que sirve este trabajo? Pretendidamente, para arrojar tranquilidad a los hogares, donde parece que andábamos los varones interrogándonos sobre la longitud del elemento. ¿Con qué recursos ha contado la investigación? El gasto estricto habrá sido mínimo: un metro de costurera todo lo más. Aunque es probable que recibieran dietas los 582 voluntarios que han contribuido al avance de la ciencia. Y que cobraran por su trabajo los de la bata blanca, dado lo especialísimo de su empeño, pues eso de echar la zarpa a la herramienta ajena y enristrar la cinta métrica no es plato de gusto.

Pero la pregunta más delicada es la que hace referencia al momento en que el cipote debía dilatarse y extenderse todo lo que diera para completar la segunda fase del experimento, la de “máxima extensión”. ¿Qué estímulos han obrado para que, en las frías y asépticas dependencias del laboratorio, los cobayas acertaran a seguir colaborando? ¿Se han proyectado vídeos o han contado con personal suplementario? Cualquier periódico ofrece en sus anuncios por palabras los servicios adecuados. Y después de efectuada esta medición, ¿se largó empalmados a los voluntarios a la calle? ¿O se les permitió continuar, solos o en compañía de otras, hasta el natural y explosivo desenlace?

Cuando los Estados Unidos se metieron en Vietnam, arrojaban en paracaídas, supuestamente destinados a sus compatriotas, suministros que incluían preservativos gigantescos. Se perseguía desmoralizar al enemigo, lo que evidentemente no ocurrió. El estudio que comentamos se preocupa de subrayar que no existen diferencias entre el tamaño de la minga nacional y la foránea. ¿Quiere decirse que son infundados los mitos que destacan, por un lado, a negros y árabes, hundiendo en la miseria, por el otro, a los habitantes del Extremo Oriente? ¿Y se ha hecho la comparación por clases sociales, profesiones, creencias religiosas o adscripción a equipos de fútbol? Sin embargo, la pega fundamental que le encontramos a la investigación es su carácter fuertemente machista. En los tiempos que corren es intolerable nada tan sesgado y favoreciendo a la mitad que ha dominado a lo largo de la Historia. Es imprescindible un estudio anatómico similar del que se denominara otrora “sexo débil”. Me atrevo a sugerir se especifique y determine volumen, forma y catadura principalmente del trasero y las gemelas, sin olvidar por supuesto el chiribí. Pero no de la manera cuasi secreta con que se ha llevado la compilación de datos en el examen masculino realizado, sino emitiendo por televisión el proceso.

Se podrían incluir los gastos en el presupuesto del Ministerio de Cultura, que al fin y al cabo esto lo es. Y que gestionara los fondos MIGUELito Díaz.

@torres.

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