Roma locuta, causa finita.

El papa san Inocencio I era natural de Albano e hijo del papa anterior, Anastasio I. Fue elegido el 22 de diciembre de 401. Ordenó que todos los casos graves tenían que ser revisados por él y en los demás se reservaba el derecho a intervenir. Intervino en muchas cuestiones diversas especialmente en aquellas relacionads con las celebraciones litúrgicas.
Su gran amigo Juan Crisóstomo fue expulsado como Patriarca de Constantinopla debido a hostilidades personales con la emperatriz Eudosia y las intrigas de Teófilo de Alejandria. Inocencio intervino para reintegrarlo a su sede.
Se enfrentó firmemente a Pelagio y el Pelagianismo, con tanta autoridad y decisión que San Agustín, cuando lo supo, pronunció aquella famosa frase que ha llegado a ser un refrán: ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA ("Cuando Roma ha hablado, la causa está terminada").
El 24 de agosto de 410 el rey visigodo, Alarico, conquistó y saqueó a Roma. Inocencio no se encontraba en la ciudad, sino que estaba en la corte imperial en Ravena tratando de hacer negociaciones con Alarico. Cuando regresó a Roma hizo lo posible por reparar los daños hechos por los godos.
Murió el 12 de marzo de 417
Varias fuentes. Recopilación realizada por A. Torres Sánchez.
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