Blogia
Brigantium

Del DICHO al HECHO.

Del DICHO al HECHO.

A OTRO PERRO CON ESE HUESO (Tell that to the marines!)

La expresión se usa como una forma de desanimar a quien quiere hacernos creer una mentira o bien nos ofrece algo cuya calidad es inferior, invitándolo a que lo intente con otra persona, aludiendo de esta forma a la ingenuidad del perro, que corre detrás de cualquier cosa que se parezca a un hueso, sea una piedra o un hueso de plástico.

Respecto de la versión en inglés -tell that to the marines!, algo así como "andá a contárselo a los "marines"- está basada en la proverbial integridad que caracterizaba a los integrantes de ese Cuerpo de la marina de los EE.UU., célebres por su fama de incorruptibles, particularmente, durante la guerra fría, a partir de los años 50. En esa época, era poco probable que los "marines" aceptaran la imposición de una orden, sobre todo si esta vulneraba su integridad moral.

Con el tiempo, y en la misma medida en que decayó la popularidad de los "marines", esa interpretación dejó de ser corriente en los Estados Unidos y entonces comenzó a usarse
-con idéntico valor- la expresión I am from Missouri (yo soy de Missouri), en alusión a la característica seriedad y poca credulidad de los habitantes de ese estado.

Hoy en día, la locución a otro perro con ese hueso se usa con idéntico valor.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------
A SEGURO SE LO LLEVARON PRESO.

Es un dicho que, en su origen español, habría sido a Segura lo llevaron preso, en el que se produce un juego de palabras entre el apellido Segura y el adjetivo seguro/a.

Aparentemente, se referiría al castillo de la villa jienense (de Jaén) de Segura de la Sierra, que sirvió de prisión. Para algunos, era una cárcel para delincuentes comunes en la que la vida era muy dura y sobrevivir se convertía en un logro casi inalcanzable; para otros, era un lugar de detención de personajes de cierta alcurnia, con lo que las condiciones de vida no eran tan malas y el tiempo de permanencia de los presos no era muy prolongado.

De cualquier forma, la expresión alude a la posibilidad de que, no importa la condición social de las personas, a cualquiera le cabe la posibilidad de ser encarcelados si no ponen cuidado en sus acciones.

Originariamente, la frase pudo haber sido A Segura, lo llevaron preso, como diciendo "a ese lugar (Segura), fue donde lo llevaron preso".

En la actualidad se utiliza la frase para dar a entender que nadie está exento (seguro) de que le pase algo, bueno o malo.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ABRIR LOS OJOS (To open one ´s eyes).

La expresión está basada en el origen de la palabra abrojo que procede del latín, a través de la forma apere oculum, equivalente de "abre el ojo".

Esta palabra era usada originariamente como advertencia para las personas, debido al peligro que supone caminar por una senda plagada de esta clase de planta de tallos largos, rastreros y frutos muy espinosos y perjudiciales para las cosechas y las personas.

Posteriormente, en el ámbito militar, se comenzó a utilizar la frase abrir los ojos para advertir a los soldados acerca de la presencia de campos minados de abrojos, pero en este caso no referida a las plantas sino a unas piezas de hierro en forma de estrella, con cuatro púas que, al caer al suelo, quedaban con las puntas hacia arriba, obstaculizando el avance de la caballería enemiga.

En la actualidad, la expresión se usa para advertir a alguien sobre la inminencia de un riesgo o peligro, para lo cual es necesario mantenerse alerta.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
AL FREÍR SERÁ EL REÍR (He who laughs last, laughs best).

Existen varias versiones para justificar el origen de este dicho, utilizado generalmente para pronosticar el cumplimiento de algún hecho adverso, o bien para reprobar la escasa prudencia en la ejecución de cierta tarea.

La versión más probable dice que en la España del rey Felipe IV existía un calderero (vendedor de calderas, salamandras, ollas y sartenes, entre otros utensilios) muy famoso por sus picardías.

Pero sucedió que una vez, otro pillo ansioso de jugarle una mala pasada y de burlarse de él, entró en su comercio y pidió comprar una sartén. Con el mayor de los desparpajos, el calderero le alcanzó una que estaba quebrada por abajo.

El comprador, ignorando aparentemente la falla de la sartén, abonó satisfecho el importe del elemento, pero lo hizo con plata falsa que el calderero recibió también descuidadamente.

Cuando el calderero advirtió que su comprador se retiraba sonriendo con malicia, dijo intencionadamente: "je, je... al freír será el reír", como previendo el mal momento que su cliente habría de soportar al querer utilizar la sartén.

Una vez que el comprador escuchó esta frase, replicó en igual tono, diciendo: "ja, ja... al contar será el llorar", seguro de la desagradable sorpresa que se llevaría el comerciante al hacer el recuento de sus ganancias del día.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
APAGA Y VÁMONOS.

Para explicar el origen de este dicho, debemos relatar un original desafío sostenido hace siglos por dos sacerdotes del pueblo de Pitres, en Granada.

Sucede que ambos clérigos eran aspirantes a una capellanía castrense y decidieron un día apostar a cuál de los dos sería el que dijese la misa más rápidamente, es decir, en menos tiempo.

Una vez dispuesto el día de realización del original "duelo", el primero de ellos subió al altar y dijo: "Ite, misa est", forma que hoy equivale a lo que los sacerdotes católicos expresan cuando dicen: "Hemos celebrado la Misa. Podéis ir en paz".

El segundo, que ya veía que su contrincante había sacado ventaja, dudó un instante, giró, miró a su monaguillo y le dijo: Apagá y vámonos, con lo que a nadie le quedó duda de que su "misa" había sido la más breve.

En la actualidad, suele usarse este dicho para dar a entender que en cierto lugar nada queda por hacer y está todo terminado.

Entre nosotros, circula la variante que el último apague la luz con un valor diferente y quizás algo más apocalíptico.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ARMARSE UN TIBERIO.

Claudio Tiberio fue el segundo emperador romano. Hijo de Tiberio Nerón y de Livia -después esposa de Augusto-, se distinguió muy pronto por sus dotes militares.

Cuando murió Augusto, se apoderó del imperio, el que gobernó con todo acierto en sus decisiones. Pero más tarde, luego del fallecimiento de su hijo adoptivo Germánico, se convirtió en un déspota cruel y despiadado que recelaba de todo el mundo.

Hizo ejecutar a gran cantidad de amigos y parientes, entre quienes se contó a su esposa Julia, ejerció un poder arbitrario y sus desmanes sembraron el terror y la confusión por toda Roma.

Tan así fue, que en Roma se decía que no había familia que no tuviera que lamentar la muerte de algún familiar a manos de Tiberio quien, finalmente, murió supuestamente envenenado por su sucesor Calígula, otro personaje digno de cuidado.

De la triste memoria de aquellos tiempos procede la expresión armar un Tiberio, con la que se expresa cualquier situación de desorden, alboroto o ruidosa pelea.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ASÍ ME LAS DEN TODAS.

El origen de este dicho está basado en un hecho muy directamente relacionado con el accionar de la Ley y la Justicia.

Cuentan que un alguacil, por orden del juez, fue una vez a ejecutar un mandamiento.

Sin embargo, las cosas se le complicaron: en lugar de cobrar la multa que pretendía, sólo recibió como pago dos sonoros bofetazos.

De regreso ante su superior y confiando en mover la cólera del juez contra el agresor, relató ante aquel lo sucedido y acabó por decir que los bofetones, en realidad, se los habían dado a él, al señor juez en su propia cara, debido a que no habían querido acatar la orden por él dictada.

El juez -hombre de buen humor, sin dudas- lo escuchó pacientemente y le respondió: "Cierto... pero así me las den todas, como queriendo decir que, de esa manera, no tenía inconveniente en "cobrar una paliza".

Si bien el dicho no es muy usado en la actualidad, suele usárselo irónicamente, para dar a entender que algo nos es indiferente, sobre todo si se trata de males o desgracias ajenas.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ATAR LOS BÁRTULOS (To pack one ´s bags).

¡Cuántas veces habremos mencionado los bártulos, sin saber realmente a qué clase de elemento aludíamos!

En realidad, Bártulo o Bártolo de Sasso-Ferrato (que posteriormente dio origen al popular nombre Bartolo) fue un eminente jurisconsulto italiano que vivió en la baja Edad Media, profesor de Derecho en las universidades de Pisa, Bolonia, Padua y Perusa y cuyas obras -contenidas en trece volúmenes- sirvieron de base de estudio durante tres siglos a los alumnos de Derecho de toda Europa.

Los estudiantes españoles tomaban nota de las obras del ilustre tratadista y, una vez concluida la clase, ataban los apuntes por medio de cintas o correas.

Al conjunto de estos apuntes se los conocía familiarmente por el nombre de bártulos, de donde, en la jerga estudiantil, la tarea de reagruparlos y atarlos una vez utilizados, dio origen a la expresión atar (o liar) los bártulos.

Así, por extensión, el dicho terminó por aplicarse también a toda disposición o preparativo que, por lo general, hace referencia a una mudanza, cambio de domicilio o traslado de utensilios.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ATAR LOS PERROS CON LONGANIZA.

Este dicho nos remonta a los principios del siglo XIX, más precisamente al pueblo salmantino de Candelario, cercano a la ciudad de Béjar, famoso por la calidad de sus embutidos, en el que vivía un afamado elaborador de chorizos llamado Constantino Rico, alias el choricero, cuya figura sería inmortalizada por el artista Bayeu en un famoso tapiz que hoy se exhibe en el Palacio El Pardo.

Este buen hombre tenía instalada la factoría en la que trabajaban varias obreras en los bajos de su propia casa y en una oportunidad, una de éstas, apremiada por las circunstancias, tuvo la peregrina idea de atar a un perrito faldero a la pata de un banco, usando a manera de soga, una ristra de longanizas.

Al poco tiempo, entró un muchacho -hijo de otra operaria- a dar un recado a su madre y presenció con estupor la escena e inmediatamente se encargó de divulgar la noticia de que en casa del tío Rico se atan los perros con longaniza.

La expresión, no hace falta decirlo, tuvo inmediata aceptación en el pueblo y desde entonces, se hizo sinónimo de exageración en la demostración de la opulencia y el derroche.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
BRILLAR POR SU AUSENCIA (To be conspicous by his absence).

Entre los romanos, existía la costumbre de exhibir en los actos fúnebres los retratos de todos los antepasados y deudos del difunto.

Por eso, el célebre historiador Tácito, al relatar en el libro III de sus "Anales" las honras fúnebres de Junia -viuda de Casio y hermana de Bruto (el asesino de Julio César)- cuenta que todo el mundo se daba cuenta de la ausencia ("brillaban" por ella) de la efigie de los dos criminales.

Posteriormente, en el siglo XVIII, el gran poeta francés André de Chenier puso de moda la expresión brillar por su ausencia que todo el mundo usa hoy, a veces con mala intención, para resaltar la falta de algo o alguien en determinada circunstancia.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CAMBIAR LA CHAQUETA (To change one´s spot).

Algunos adjudican el origen de este curioso dicho al duque de Saboya, Carlos Manuel I, quien solía alternar sus simpatías por Francia y por España usando un jubón (prenda antigua ajustada que cubría desde los hombros hasta la cintura) de color rojo de un lado y blanco del otro.

Pero lo cierto es que, con motivo de las guerras de religión promovidas por la Reforma Luterana, se hizo usual que los adversarios de cada bando (papistas y luteranos), para distinguirse de sus oponentes, vistiesen casaca y jubón de aspectos bien diferenciados.

Debido a que, por lo general, el forro de estas prendas era de color distinto al de la tela, en determinadas circunstancias los parciales de una y otra facción, ya sea para desorientar al adversario o para hacerse pasar por uno de ellos, daban vuelta la casaca.

Esta treta hizo acuñar, con el tiempo, la expresión cambiar la chaqueta que con el transcurso de los años comenzó a ser usada -con sentido análogo- para criticar a quien de acuerdo con las circunstancias cambia repentinamente de opinión o actitud política, en otras palabras, se convierte en un "tránsfuga" (verdadero significado de esta palabra), o como diríamos entre nosotros, un "panqueque".

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CARGAR CON EL MOCHUELO (To carry the can).

En los últimos años, se han difundido en la Argentina innumerables cuentos que tienen por protagonistas a integrantes de la colectividad gallega, a quienes se endilga una marcada falta de inteligencia, lo mismo que su poco apego a las costumbres higiénicas, en contraposición con la noticia -ignorada por muchas personas- de que el lenguaje gallego fue el primer romance (lengua derivada del latín) que se habló a la perfección. De todas formas, esos relatos, que por lo general son originarios de estas latitudes, no lo son en cuanto a la originalidad de la idea, ya que el dicho que ahora nos ocupa procede de la propia España.

Cuentan que dos jóvenes -uno andaluz y otro gallego- entraron cierta vez a una posada y pidieron al dueño del lugar algo para cenar. Como el mesonero les dijo que sólo disponía de una perdiz y un mochuelo (especie de ave rapaz nocturna de carne muy dura y poco sabrosa), el andaluz -que llevaba la voz cantante- se aptresuró a decir que los trajese y que ellos se encargarían de distribuir equitativamente las presas.

Una vez frente a las aves cocinadas, el andaluz dijo al gallego: -Elige, hermano, puesto que la cosa es clara: o tú te comes el mochuelo y yo la perdiz o yo me como la perdiz y tú te cargas el mochuelo.

Abrumado por tan "original" alternativa, el ingenuo gallego se tuvo que comer el mochuelo mientras el avivado andaluz daba cuenta de la sabrosa perdiz.

Desde entonces, el dicho se usa para calificar todo asunto o trabajo enojoso y difícil que recae sobre alguien en contra de su voluntad, sobre todo si éste ha sido engañado.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CARGAR CON EL MUERTO (To be left holding the bag).

Según las leyes medievales, cuando en la jurisdicción de una localidad era hallado el cuerpo de alguna persona muerta en circunstancias extrañas, si no era posible determinar la identidad del homicida, el pueblo donde había sido encontrado el cuerpo estaba obligado a pagar una multa llamada homicidium u omecillo.

A causa de esto, y con el fin de eludir el pago de la multa, cuando se hallaba un muerto en las calles, los habitantes del pueblo en cuestión se apresuraban y, de común acuerdo, levantaban el cuerpo y lo trasladaban a alguna localidad vecina, de manera que la responsabilidad del crimen recayera sobre ésta y, en consecuencia, fuera ella la que debiera hacerse responsable de pagar la multa correspondiente.

Con el tiempo, el dicho comenzó a aplicarse -en sentido figurado- como equivalente de la pretensión de descargar sobre otro la culpa por algún delito o falta cometida.

En la actualidad, el dicho cargar con el muerto conserva el mismo valor, aunque suele aplicárselo, preferentemente, para referir a la responsabilidad que le cabe a alguien en el pago de alguna deuda, sobre todo cuando se trata de cuentas impagas o difíciles de saldar, como cuando solemos decir -luego de una reunión de numerosos comensales-: "Y ahora... ¿quién levanta este muerto?.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
COLGAR EL SAMBENITO (To give someone a bad name).

Entre los antiguos usos de la Iglesia primitiva y después, durante los tiempos de la Inquisición, a los penitentes que lloraban sus culpas y mostraban arrepentimiento, se les daba una vela de cera y se los arropaba con una especie de saco de lana que, previamente, había sido bendecido por el sacerdote o párroco del lugar.

De ahí, que a esa prenda se le llamase saco bendito, denominación que más tarde, derivó en las formas san bendito y, finalmente, sambenito.

Este hábito -que, en realidad, era una réplica del saco de penitencia usado por los penitentes de la Iglesia primitiva- consistía en una especie de escapulario de lana amarilla con la cruz de San Andrés, llamas de fuego y otros jeroglíficos estampados en la superficie.

Pero, respecto de la etimología de la palabra, hay quienes sostienen que proviene del nombre de San Benito, cuyo significado pasó por designar primero al "escapulario benedictino", luego al "escapulario que se ponía a los condenados por la Inquisición" y finalmente, "signo de infamia".

El objetivo de penitencia de este atuendo dio origen al dicho popular cargar o colgar a uno el sambenito, con el que se expresa el acto de echar sobre alguien una culpa que no merece, como cuando decimos comerse un garrón, en alusión a idéntica situación.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
COMER DE GORRA (To sponge a meal).

Este dicho nos remonta a la época en que los estudiantes vestían de capa y gorra.

Y sucedía que, como buenos estudiantes, eran dueños de un apetito voraz a causa del tremendo desgaste que significaba responder a las exigencias de las universidades de entonces.

Sumado a esto, como muchos de ellos provenían de lugares distantes de las grandes ciudades a las que acudían en busca de la excelencia educativa, no tenían dónde recurrir cuando sus hambrunas eran insostenibles.

Por eso, debían agudizar su ingenio y acudir a picardías propias de la edad para poder llevarse algo al estómago. Uno de los recursos era meterse "de colado" en las fiestas de bautismos, cumpleaños o casamientos importantes, repartiendo reverencias y ceremoniosos gorrazos (saludos hechos con la gorra) y permaneciendo mudos y aislados durante la celebración para no ser detectados por los anfitriones, pero dando cuenta de los apetitosos manjares que se servían en la ocasión.

De ahí, que a esta clase de "invitados" se les llamase despectivamente capigorrones, de donde -por analogía- surgió la expresión comer de gorra, en alusión al hecho de poder hacerlo merced a los saludos realizados con ese elemento.

Mucho tiempo después, en este siglo, comenzaron a pulular cantantes e instrumentistas populares que realizaban su actuación en la vía pública y que recogían la limosna dada por los transeúntes, en un sombrero o gorra que depositaban en el suelo.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CON AZÚCAR ESTÁ PEOR.

Cuentan que el célebre músico navarro don Juan Emilio Arrieta -para entonces director del Conservatorio madrileño- se hospedaba en una pensión de la calle llamada "del Desengaño", de cuyo baño salía continuamente un olor nauseabundo.

El músico se quejaba reiteradamente ante la dueña y la instaba a que solucionara tan desagradable situación, hasta que un día, al entrar en la casa, don Arrieta advirtió que el olor
-aunque distinto- resultaba aún más insoportable y repugnante que el anterior, por lo que preguntó a la dueña.

-¡Pero, doña Blasa! ¿Qué ha hecho usted?

-¿Qué he hecho?- repuso dolida la patrona. -¿Todavía no está usted satisfecho, don Juan? Pues, sepa que me la pasé toda la mañana quemando azúcar.

A lo que el músico respondió:

-¡Ay, doña Blasa! ¡Con azúcar está peor!

Esta salida de don Arrieta fue tan festejada que ha quedado en el lenguaje coloquial de España para dar a entender que ciertos remedios, a veces, dan resultados contraproducentes, de manera que en lugar de mejorar las cosas, las agravan y empeoran.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DAR EN EL CLAVO (To hit the nail in the head).

Esta expresión, seguramente, será asociada por el lector con la acción de martillar, clavar... y nada más alejado de la verdadera procedencia del dicho.

En la Antigüedad, existía un juego infantil llamado "hito", que consistía en fijar un vástago o un gran clavo a cierta distancia de los participantes quienes, desde su lugar, arrojaban unos tejos anillados de hierro, de manera que el éxito en el juego lo lograban quienes conseguían acertar con el aro en el hito.

Y como el hito solía ser de hierro -por lo general, se trataba de un clavo- la expresión dar en el clavo vino a significar lo mismo.

Con el tiempo y como sucedió con casi todos los dichos populares, la gente comenzó a utilizarlo con otro sentido, en este caso, como equivalente de acertar en la solución de alguna cosa complicada y difícil.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DAR GATO POR LIEBRE (Pig in a poke).

Si hay algo que ha mantenido la tradición con el paso de los siglos, es, sin duda, la mala fama de las posadas, hosterías y fondas, respecto de la calidad de sus comidas.

La literatura universal está llena de alusiones, muchas de ellas irónicas, acerca del valor de los alimentos ofrecidos en ellas.

Y era tanto el descrédito de estos lugares, que llegó a hacerse usual entre los comensales la práctica de un conjuro, previo a la degustación, en el que aquellos, parados frente a la carne recién asada, recitaban:

Si eres cabrito, manténte frito;

si eres gato, salta al plato.

Por supuesto, este "exorcismo" nunca sirvió para demostrar la veracidad de la fama de la posada, pero dio origen a la expresión dar gato por liebre, que con el tiempo se incorporó al lenguaje popular como equivalente de engaño malicioso por el que se da alguna cosa de inferior calidad, bajo la apariencia de legitimidad.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DAR LA LATA.

Son muchas las versiones que circulan respecto de la procedencia del dicho, aunque todo induce a creer que proviene -por imitación- de los antiguos dichos dar la tabarra o dar la murga, con los que se daba a entender el fastidio ocasionado por alguien que golpea instrumentos de percusión tales como zambombas, palos y cencerros, para festejar las segundas nupcias de una viuda o de un viudo.

Posiblemente, al aparecer en el mercado la hoja de lata (luego, hojalata) como producto de uso común, los recipientes vacíos de ese material fueron incorporados al equipo sonoro de las "cencerradas".

De manera que la expresión dar la lata, o sea, percutir sobre ella, no hizo más que extender el concepto tradicional de dar la murga.

También se ha documentado que la frase podría provenir de la ciudad de Málaga, en cuya cárcel los presos solían comprar una lata de mosto condimentado con sobras de vino, licores y aguardientes que al ser bebidos, provocaban en los detenidos una intensa borrachera y, como consecuencia, un deseo incontenible de hablar.

El uso popular, sin embargo, le ha adjudicado al dicho el significado de fastidio causado por cualquier inoportuna insistencia, aunque entre nosotros se lo aplica lisa y llanamente a quien posee la característica de hablar por demás.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DAR PALOS DE CIEGO.


Es sabido por todos que la ceguera -aparte de constituir una lamentable desgracia para quien la padece- ha sido siempre motivo de burla y pretexto para la creación de frases y expresiones divertidas.

Y para probar esta afirmación, basta con citar algunos de los juegos populares nacidos en tiempos remotos cuyo fundamento consistía en privar ocasionalmente de la visión a los participantes.

Tales son los casos de la gallina ciega y la piñata, juego que llegó a dar nombre a un día: el "Domingo de la Piñata", en cuyos festejos se vendaban los ojos de los participantes y estos, armados de un palo, comenzaban a dar garrotazos contra una cazuela de barro pendiente de hilo. Cuando la vasija era alcanzada por un certero garrotazo, ésta se abría derramando su contenido -que solía ser agua o pequeñas golosinas- sobre el autor del golpe. Así, la gente estallaba en bullicioso jolgorio.

De esta alegre costumbre, no extinguida del todo en nuestros días, precede la expresión dar palos de ciego, aplicada para significar el perjuicio que se sufre al proceder sin tino ni cautela, a lo loco, en cualquier asunto delicado.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DAR UN CUARTO AL PREGONERO (To shout it from the rooftops).

La figura del pregonero o portavoz ambulante de noticias existe desde hace mucho tiempo, incluso se lo registra en la época de los romanos.

En España, se sabe que existían pregoneros por lo menos desde el siglo XV y además tenían la particularidad de estar divididos en tres clases: los oficiales, que estaban al servicio de la Administración; los heraldos, que marchaban delante de los nobles anunciando el paso de estos, y los voceadores mercantiles que, por encargo de cualquier vendedor, pregonaban los artículos y servicios más diversos.

La tarifa usual de estos últimos era un cuarto, moneda de cobre que equivalía a cuatro maravedíes, es decir, alrededor de tres céntimas de peseta, de manera que dar un cuarto al pregonero significaba pagar los servicios de ese oficial público para que difundiese, en voz alta, cualquier tipo de noticia.

Con el correr del tiempo, la frase adquiriría en España un sentido totalmente opuesto, cual es el de reprobar la divulgación de algo que, por su particular naturaleza, debiera callarse.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DÁRSELA CON QUESO (To put one over on someone).



En la Antigüedad, la presencia de animales roedores constituía una amenaza para la salud de los habitantes de las grandes ciudades, debido a las enfermedades que transmitían.

Por eso, era muy común escuchar la expresión armarla con queso, en referencia a las ratoneras o trampas para la caza de ratones, en cuyo mecanismo se colocaba un trozo de queso para así atraer a los roedores, golosos y reconocidos degustadores de ese producto lácteo.

Por analogía, el dicho dársela con queso pasó a usarse metafóricamente en el lenguaje coloquial, con el significado de cebo", "ardid" o "engaño" mediante el cual una persona atrae a otra para conseguir un fin perseguido, con lo que queda claro que esta expresión puede muy bien equivaler a caer en la trampa.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TENER MUCHAS ÍNFULAS (To put on airs).



En la Antigüedad, se llamaban "ínfulas" a unas tiras o vendas de las que pendían dos cintas llamadas "vittae", una a cada lado de la cabeza.

Las "ínfulas" se usaban arrolladas en la cabeza a manera de diadema o corona, y solían lucirlas los príncipes y sacerdotes paganos, como señal distintiva de su dignidad.

Con estas "ínfulas" se adornaban también los altares y -en algunas ocasiones- las víctimas que eran llevadas al sacrificio.

Pero cuantas más eran las ínfulas y mejor la calidad de su confección, más importante era considerada la persona que las portaba, por lo que, era muy común escuchar hablar de víctima de muchas ínfulas.

Con el tiempo, el dicho pasó a designar a todo aquel que actúa con habitual vanidad y orgullo desmedidos y, por lo general, despreciando al prójimo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DEL TIEMPO DE MARICASTAÑA (As old as the hills).



No hay certeza acerca de la existencia de este personaje, como tampoco se conoce el motivo por el cual se lo asocia con épocas remotas.

Hay quienes afirman que, efectivamente, existió en la provincia de Lugo (España) una Maricastaña quien, junto con su marido y hermanos, encabezó un partido de extracción popular que se oponía al pago de los tributos exigidos abusivamente por el obispo del lugar. Incluso, se afirma que habría sido ella misma la que ordenó matar -como represalia- al mayordomo del prelado.

Aparentemente, la fama de esta mujer se cimentaba no tanto en sus principios morales y actitudes de arrojo cuanto en su aspecto muy varonil.

Sin embargo, también hay quienes afirman que el personaje Maricastaña no es real sino ficticio y pertenecería a la leyenda celta, a través del cuento "La batalla de los pájaros", cuyo personaje central es una tal Auburn Mary (traducible como María de color castaño).

De todas formas, real o inventada, esta mujer forma parte del léxico de la mayoría de los hispanohablantes en el dicho del tiempo de Maricastaña, para hacer alusión a algo o alguien que hace mucho tiempo que está en este mundo.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
DORAR LA PÍLDORA (To sugarcoat the pill).



Desde siempre, los medicamentos (infusiones, polvos, brebajes...) se han caracterizado por tener un sabor amargo, lo cual los hacía molestos en el momento de tener que tragarlos, pero eso era considerado algo natural, tanto como lo era el hábito de tener que soportar el dolor.

Hoy, todos sabemos que esos botoncitos compuestos por distintas variedades de productos medicinales llamados píldoras suelen estar integrados -por lo general- por elementos de sabor amargo y desagradable al paladar.

De ahí, que los antiguos boticarios, tal como se sigue haciendo en el día de hoy en los modernos laboratorios farmacéuticos, para disfrazar o disimular ese desagradable sabor, acudiesen al recurso de dorar la píldora con alguna substancia de gusto azucarado y suave al paladar, de manera que se facilitara la acción de tragar el medicamento.

Ese es el sentido de la expresión dorar la píldora, que hoy aplicamos en el lenguaje diario para hacer o decir algo de una forma más suave y tratando de no herir a quien nos escucha.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ECHAR CON CAJAS DESTEMPLADAS.



En el pasado, cuando un militar incurría en delito de infamia y los superiores disponían separarlo del Cuerpo, se procedía a destemplar ("destruir la concordancia o armonía con que están templados los instrumentos musicales") el parche de las cajas o tambores y, redoblando así sobre ellos, se realizaba la degradación pública del acusado.

Asimismo, de esta manera -con el acompañamiento de cajas destempladas o desafinadas- eran conducidos los reos condenados a muerte al cadalso donde iban a ser ajusticiados.

En la actualidad, la expresión echar con cajas destempladas se aplica para despedir a alguien (sin necesidad de que sea exclusivamente militar) de determinado lugar, pero acompañado de acritud y malos modos, cuando no con gritos e insultos.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
EL HILO DE LA VIDA (The course of life).



De acuerdo con la mitología griega, las Parcas o Moiras -diosas de la Vida y de la Muerte- estaban representadas por tres hermanas, hijas de Nix, que era una personificación de la Noche: Clotho, Láchesis y Átropo.

Estas eran las ejecutoras del destino que regulaban la vida de cada mortal con la ayuda de un hilo y tenían repartida la tarea: Clotho se encargaba de hilarlo; Láchesis o Láquesis lo enrollaba y Átropo, la implacable, lo cortaba cuando la correspondiente existencia llegaba a su fin.

El hilo de la felicidad estaba hecho de lana blanca; el de la desgracia era de lana negra y aquellas personas en cuya existencia habían alternado los buenos momentos con los aciagos, estaba formado por una mezcla de ambas lanas.

De manera que, en realidad, se trataba del hilo del sostén de la vida y de él dependíamos todos los mortales.

De ahí nació la expresión el hilo de la vida, utilizada hoy con sentido metafórico, para dar a entender lo frágil, débil y quebradizo de nuestra existencia.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
EL ORO Y EL MORO (All this and heaven too).



Esta es una locución bastante difundida en nuestro lenguaje coloquial y, por lo general, se la usa para ponderar el precio y el aprecio (a veces, bastante exagerado) de una cosa o persona.

El origen del dicho fue un hecho de armas protagonizado por un grupo de caballeros jerezanos durante las guerras de la Reconquista.

Sucedió que, durante una incursión afortunada, estos caballeros lograron capturar a unos cincuenta moros notables, entre los que se encontraban Abdalá, el alcalde de la ciudad malagueña de Ronda y un sobrino de éste, llamado Hamet.

El alcaide obtuvo muy pronto su rescate, mediante el pago de una fuerte suma de dinero, pero no así los demás -ni siquiera su sobrino Hamet-, pese a los enérgicos requerimientos del propio rey Juan II de Castilla.

Los caballeros -y particularmente, la esposa de uno de ellos- exigían la entrega de cien doblas (monedas castellanas de oro) por la liberación del cautivo.

En virtud de esto, el rey ordenó que Hamet fuese trasladado a la Corte, pero debido al forcejeo entre el soberano y los caballeros por el cobro del rescate, la malicia del pueblo no tardó en acuñar la frase quedarse con el oro y el moro, aplicada a la aparente intención negociadora (en su favor) del rey.

Con el tiempo, el dicho comenzó a aplicarse para censurar a toda persona que pretende retener más de lo que le corresponde por derecho, y así es comno lo usamos en la actualidad.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
EL QUE SE FUE A SEVILLA, PERDIÓ SU SILLA (He who goes to the fair, loses his chair).


Cuentan que durante el reinado en Castilla de Enrique IV de Trastámara, un sobrino de don Alonso de Fonseca -arzobispo de Sevilla- fue a su vez designado arzobispo de Compostela, pero suponiendo el tío que, a causa de las revueltas que agitaban Galicia, a su sobrino le costaría mucho tomar posesión de su cargo, se ofreció para adelantarse a Santiago para allanarle las dificultades, pero a cambio, le pidió a su sobrino que lo reemplazase en los negocios de su sede en Sevilla.

Efectivamente, así se hizo y con el mejor resultado, de manera que una vez que don Alonso, concluida la gestión, regresó a Sevilla, se halló con la desagradable sorpresa de que su sobrino se resistía a abandonar la sede que regenteaba, alegando que el arreglo había sido permanente. Para reducirlo, se hizo necesaria la intervención del Papa y hasta la del propio rey Enrique.

El joven, una vez que regresó a Santiago, terminó preso y sentenciado a cinco años de condena por otros delitos, pero su carrera continuó y llegó a ocupar los más altos cargos eclesiásticos, teniendo que ceder su arzobispado a su propio hijo.

De aquel suceso, muy comentado en su tiempo, nació el dicho que seguramente en su origen debió ser el que se fue "de" Sevilla, perdió su silla y no como lo conocemos hoy, el que se fue "a" Sevilla, perdió su silla, porque en realidad, don Alonso no fue a Sevilla sino a Santiago de Compostela, para lo cual debió irse de Sevilla y... dejar su silla.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
EL TIEMPO DE LAS VACAS GORDAS (Years of plenty).


Según cuenta la Biblia (Génesis), cierta vez el faraón tuvo un sueño singular e inquietante: vio cómo siete vacas gordas eran devoradas por otras tantas vacas extremadamente flacas.

Desconcertado por tal visión, convocó a los adivinos y agoreros más afamados del país, pero ninguno de ellos supo interpretar satisfactoriamente la pesadilla.

Ante tal circunstancia, hizo comparecer ante sí a José, hijo de Jacob y Raquel, que se hallaba en prisión y éste le explicó que las siete vacas flacas simbolizaban "los siete próximos años, que serían de abundancia y prosperidad", mientras que las siete vacas flacas representaban la "escasez y penurias que harán que se olvide toda la abundancia de la tierra de Egipto durante otros siete años, y el hambre consumirá la tierra".

Con el tiempo, la frase el tiempo de las vacas gordas adquirió el valor de aludir a cualquier período de prosperidad material, pero con la advertencia implícita de que a ese período habrá de sucederle otro de necesidades y apremios.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ENTRAR CON EL PIE DERECHO (To start off on the right foot).


Esta es una expresión que desde hace mucho tiempo solemos utilizar para significar el comienzo favorable de una empresa, aunque comúnmente se sostiene que la locución es una forma residual de alguna práctica supersticiosa.

Lo cierto es que tiene su origen en la rúbrica de los Misales donde, por motivos arcanos se prescribe que el celebrante, una vez comenzado el introito y al disponerse a subir las gradas del altar, debe iniciar su marcha con el pie derecho, esto es, entrar con el pie derecho.

Curiosamente, esta costumbre se ha mantenido a pesar de su procedencia pagana.

Por extensión, comenzó a aplicarse el dicho para referirse a la acción que prenuncia la buena suerte necesaria en la iniciación de una tarea y su culminación con éxito.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ESTAR A LA CUARTA PREGUNTA (To be flat broke).


Antiguamente, en los interrogatorios judiciales, era de fórmula realizar cuatro preguntas al imputado: ¿tenemos salud?, ¿tenemos ingenio?, ¿tenemos amores? y la temida cuarta pregunta: ¿tenemos dinero?

Aparentemente, los novatos iban contestando afirmativamente a todo, salvo cuando oían la cuarta pregunta.

Cuando la indagación concernía a persona desheredada o indigente, ésta, naturalmente respondía siempre negativamente, declarándose pobre de solemnidad y si el juez, deseoso de aclarar la situación, insistía por ese lado, el interesado podía abstenerse o, mejor dicho, estar a la cuarta pregunta.

La expresión, con el tiempo, vino a hacerse homóloga del estado de suma pobreza o indigencia de determinada persona.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ESTAR EN BABIA (To have one´s head in the clouds).


Aunque al lector le parezca mentira, Babia existe y es una apartada comarca de la provincia de León, en España, poco fértil y bastante alejada de las zonas pobladas en cuyo territorio hoy se encuentran importantes pantanos de aprovechamiento hídrico.

Durante la Edad Media, al parecer, abundaba la caza en ese lugar y los reyes de León lo eligieron como punto de reposo, particularmente para alejarse de los problemas de la corte, complicada con las intrigas palaciegas de los nobles, empeñados en instaurar un régimen feudal semejante al de la Europa septentrional. Además, los reyes aprovechaban las bondades del lugar para -como diríamos en nuestros días- "desenchufarse" de la tarea estresante, que no era poca.

Estas ausencias del rey motivaban a menudo la inquietud de los súbditos a quienes, cuando preguntaban por él, se les respondía evasivamente que el rey estaba en Babia.

La expresión se hizo coloquial y pasó al lenguaje común para significar toda disposición de ánimo desentendida, de propósito o involuntariamente, ante cualquier tarea apremiante.

Hoy en día, nosotros la utilizamos específicamente para hacer referencia a toda persona distraída o que parece ausente en el momento en que más se necesita de su concentración.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ESTAR EN LA PALMERA.



Este es un dicho que pertenece a los argentinos y está ligado con los tiempos en que eran habituales los garitos o lugares de juego prohibidos, uno de los cuales, alejado del centro de la ciudad, albergaba una orgullosa palmera que se erguía en los fondos de la casa.

Como la palmera estaba alejada del lugar de reunión de los jugadores, los que perdían o no la venían llevando bien con los números, se sentaban en el cantero que circundaba la planta y meditaban sobre la esquiva fortuna.

Con el tiempo, y una vez que el lugar se hizo más y más popular, la planta también acrecentó su fama y dio origen al nacimiento del dicho estar en la palmera, en directa alusión a los que se hallaban junto a la planta porque ya habían perdido todo su capital.

Posteriormente, la expresión comenzó a utilizarse en otros ámbitos en los que se debía justificar que alguien estaba totalmente quebrado económicamente.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ESTAR ERRE QUE ERRE.



Este es un modismo cuyo origen no está muy definido, aunque todo hace suponer que, como suele aplicarse para explicar la actitud porfiada y tenaz de una persona en la ejecución de determinada tarea, su procedencia tiene que ver con la dificultad propia de los niños -y particularmente de los extranjeros- para pronunciar la letra erre castellana.

Debido a que eso se logra mediante una ejercitación fonética tenaz y perseverante, parece lógico suponer que el dicho estar erre que erre, por analogía, provenga de esa dificultad.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ESTO ES JAUJA (This is the life!).


Jauja es la capital de la provincia peruana de Junín, famosa desde la época de la colonia por la fertilidad de su suelo y por los privilegiados dones de salubridad que le atribuían.

Durante los tiempos de la colonización, era un codiciado lugar de reposo, sobre todo para los enfermos del aparato respiratorio, por lo que su fama se hizo legendaria y llegó a España, traída por los peruleros o emigrantes enriquecidos en aquel país.

El escritor Lope de Rueda, por su parte, influido por las noticias que de esa tierra traían los viajeros, dio el nombre de Jauja a una ciudad ficticia llamada "La tierra de Jauja", en la que describe el lugar como la isla del oro en la que los árboles dan buñuelos, los ríos, leche; las fuentes, manteca y las montañas, queso.

Por supuesto, la fantasía popular terminó por identificar a la ciudad de Jauja con el Paraíso, de manera que las expresiones esto es Jauja y vivir en Jauja quedaron para siempre como equivalentes de pasar una vida sin sobresaltos y con el bienestar asegurado.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
HABLAR POR BOCA DE GANSO (To speak fron hearsay).


Si supone que este dicho tiene que ver con el animal que todo conocemos como ganso... se equivoca.

Antiguamente, los hijos de los nobles y de los ricos eran formados y educados por una especie de monitor o ayo llamado, precisamente, ganso. Estos gansos o ayos ejercían una función educativa y pedagógica, por lo general rígida y dogmática, es decir, algo equivalente a lo que hoy llamamos "enseñanza enciclopedista".

De manera que, los niños repetían casi memoriosa y literalmente lo que habían escuchado de boca del ganso, y como casualmente estos gansos solían caminar por los caminos de palacio seguidos por los niños en fila india -tal como marchan los gansos con sus crías- la tradición popular se encargó de acuñar la frase hablar por boca de ganso, para dar a entender que alguien repite lo que otro ha dicho, como si fuera propio, pero sin el correspondiente discernimiento.

Otro factor que ayudó a confundir el "ganso-ayo" con el "ganso-animal" es el hecho de que el ganso es un animal que tiene fama de tonto, ya sea por su escasa inteligencia o por el sonido de su voz gutural, elementos que han dado origen a la expresión "la risa abunda en la boca de los gansos", generalmente aplicada a la persona que se ríe tonta y constantemente, sin motivo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
HACER DE CAPITÁN ARAÑA.


Hubo una época, en que la agitación emancipadora desencadenada en los territorios españoles de ultramar, obligó al gobierno a reclutar grandes cantidades de hombres de la Península, para hacer frente a aquellos movimientos de insurrección.

Una de las figuras de ese reclutamiento iba a ser -sin duda- un tal Capitán Arana o Araña, personaje de origen oscuro, pero que llegó a desempeñar su tarea con diligencia y eficacia extraordinarias. Pero, sucedió que a la hora de embarcarse él mismo, desapareció como tragado por la tierra.

El hecho despertó los más variados comentarios y, desde entonces, la expresión ser (o hacer de) Capitán Araña, que embarca a otros y él se escapa, se aplica para calificar la conducta de quien, tras inducir a otros a realizar una tarea dificultosa, personalmente se abstrae de participar del trabajo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
HACERSE AGUA LA BOCA (To make one´s mouth water).



Es por todos sabido que la presencia de un manjar apetitoso no sólo despierta el deseo de saborearlo, sino que activa de manera automática la secreción de las glándulas salivales, ubicadas en nuestra boca.

Tanto es así, que a veces, la sola mención de un plato determinado es suficiente para producir ese efecto; y lo mismo sucede cuando estamos presenciando una película o un programa de televisión y en la pantalla se nos presenta un delicioso platillo: automáticamente, nuestras glándulas salivales comienzan a secretar su líquido.

Este fenómeno que más de una vez hemos experimentado, da origen a la frase que metafóricamente utilizamos para aludir a algo que nos produce esa sensación de saborear cierto manjar.

Pero, atención, la expresión hacerse agua la boca no se limita a la ingestión y saboreo de una comida, sino que se extiende al sentido figurado y suele aplicárselo en referencia a un hecho muy deseado y de inminente realización, aunque no tenga relación alguna con la comida.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
HAY (O NO HAY) MOROS EN LA COSTA (The coast is clear).


La historia relata que, durante varios siglos el Levante español (la zona mediterránea que abarca Valencia y Murcia) fue objeto de frecuentes invasiones por parte de los piratas berberiscos (habitantes de la región noroeste de África, entre el Mediterráneo y el Sahara).

Los pueblos que vivían en la ribera, a causa de ello, se encontraban en constante zozobra y para prevenir el peligro, se levantaron a lo largo de la costa numerosas atalayas de mampostería ciega, a las que se ascendía por medio de escalas de cuerda que luego eran retiradas.

Desde lo alto de esas torres se vigilaba el ancho horizonte y, no bien se avizoraban las velas de las naves berberiscas, el centinela de turno comenzaba a gritar: "¡hay moros en la costa!".

Sonaba entonces la campana, se encendían las hogueras de señal y la gente -alertada- se preparaba para la defensa.

El sistema perduró hasta muchos años después, cuando se firmó la paz con los reyes de Berbería, pero el proverbial grito de ¡hay moros en la costa! pasó a ser expresión de uso familiar para advertir a alguien sobre la presencia de quien representa cierto peligro, o bien no conviene que escuche algo de lo que estamos diciendo.

En sentido opuesto, se usa la expresión antónima no hay moros en la costa, para dar a entender que no existe peligro inminente para una persona que debe realizar determinada tarea.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
HERRAR O QUITAR EL BANCO.


Cuenta la leyenda (¿o la historia?) que un herrero obtuvo cierta vez, a través del pedido de un permiso especial a sus vecinos, el privilegio de instalar sus elementos de trabajo -potro, bramadero, etcétera- en medio de la calle.

Pero después, por razones que se desconocen, aunque se supone que debido a la distracción que le causaba permanecer casi todo el día en medio de la calle, el buen hombre no ejercía su profesión, con lo cual, sin rendir ninguna utilidad a la sociedad, los pesados aparejos seguían entorpeciendo la circulación por la calle de la población.

Por supuesto, esta actitud irritó a los vecinos quienes finalmente acabaron por conminar al artesano a herrar o quitar el banco, frase que se hizo proverbial para señalar cualquier disyuntiva en virtud de la cual una persona es obligada a cumplir con los deberes de un cargo o función, o bien, a renunciar a ello.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
IR DE PUNTA EN BLANCO (In full armor).


Esta expresión, que en la actualidad solemos utilizar para elogiar la elegancia y pulcritud de la vestimenta de alguna persona, tiene su origen en los antiguos usos de la caballería.

En ese tiempo, en cambio, el dicho se aplicaba a los caballeros que solían llevar todas las armas del arnés desnudas y listas para el combate y como estas eran de acero bruñido, centelleaban al sol con una blancura resplandeciente, es decir, los caballeros iban de punta en blanco.

Esta expresión es la misma que da origen a la frase armas blancas, aludiendo a que son cortantes, en contraposición con las llamadas armas negras, que eran las que se utilizaban en la práctica de la esgrima y que no eran cortantes ni punzantes; asimismo, eran también llamadas armas negras las que permanecían envainadas.

Por analogía, con el correr del tiempo, el modismo ir de punta en blanco vino a aplicarse también al acto de vestir suntuariamente -ya sea de uniforme o etiqueta- y con el máximo esmero, tal como lo hacen en la actualidad muchas personas.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LA ESPADA DE DAMOCLES (Damocles´ sword).

Según cuentan Horacio en una de sus "Odas" y Cicerón, en sus "Tusculanas", Damocles era cortesano de Dionisio I, El Viejo (siglo IV, AC), tirano de Siracusa, a quien envidiaba por su vida aparentemente afortunada y cómoda.

El rey, con el propósito de escarmentarlo, decidió que Damocles lo sustituyera durante un festín, pero para ello dispuso que sobre su cabeza pendiera una afilada espada desnuda suspendida de una crin de caballo.

De esta manera, Damocles pudo comprender lo efímero e inestable de la prosperidad y del lujoso modo de vivir del monarca.

La frase la espada de Damocles se utiliza desde hace mucho tiempo, para expresar la presencia de un peligro inminente o de una amenaza.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LA BIBLIA EN VERSO.



En el año 1839, nació en Igualada (Barcelona) un hombre llamado José María Carulla, que se destacó por ser abogado, servidor del papa Pío IX y fecundo versificador que, entre otras cosas, fue fundador y director del periódico "La civilización" y célebre polemista católico.

La Santa Sede lo distinguió con la Cruz de Mérito, en reconocimiento a su ambicioso empeño en trasladar el texto en prosa de la Biblia (o parte de ella) a la forma en verso.

Desafortunadamente, la ardua tarea de versificar tan magna obra fue mucho más dura para él, que evidentemente no había sido favorecido por Dios en el reparto de talentos, particularmente en el arte de la poesía.

De manera que, el resultado del esfuerzo -concretado en setenta y tres gruesos volúmenes- terminó por ser un fárrago inaudito de rispideces que durante mucho tiempo fue motivo de broma en todos los cenáculos literarios y tanto fue así, que desde entonces, el dicho la Biblia en verso se usó como equivalente de todo aquello que, por su desprolijidad y confusión, resulta difícil de digerir.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LA PARTE DEL LEÓN (The lion´s share).



Es una reminiscencia de la fábula de Esopo "El león y el onagro" (una especie de asno salvaje).

Según cuenta el fabulista griego, los dos animales colaboraban en una jornada de caza hasta que cobraron una pieza y llegó el momento del reparto, en la que el león llevaba la voz cantante.

Lo primero que hizo fue dividir el animal en tres partes y comenzó a efectuar el reparto: la primera parte era para él, por ser el rey; la segunda, también para él, en su condición de "socio a partes iguales" y, a llegar a la tercera, se detuvo, miró al onagro y le dijo: "Si no te vas de acá, la vas a pasar muy mal".

Posteriormente, el modismo quedarse con la parte del león pasó a expresar el abuso de poder y la falta de equidad en el reparto, cuando uno se asocia con alguien más poderoso.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LA TERCERA ES LA VENCIDA (Third time lucky!).


Expresión de tono optimista que asegura que, luego de haber fracasado en dos intentos, la próxima vez se logrará lo propuesto, por lo que se exhorta a la persona a perseverar en su esfuerzo.

El origen parece estar en el vocabulario de la lucha cuerpo a cuerpo (y en otras clases de enfrentamientos), en la que el luchador que derribaba tres veces a su adversario ganaba, aunque algunos sostienen que, primitivamente, se consideraba ganador al que mejor se desempeñaba en un total de tres juegos. Como vemos, siempre era el número tres el elegido.

En el ámbito de la Justicia de los siglos XVI y XVII, en la práctica procesal del derecho penal, se establecía la muerte al tercer robo, con lo que para el reo, al igual que para el luchador, la tercera, era la vencida.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LÁGRIMAS DE COCODRILO (Crocodile tears).


Por motivos que se ignoran o quizá porque la imagen del reptil ha estado siempre ligada a hechos misteriosos, muchas son las leyendas que se cuentan acerca de la conducta del cocodrilo, algunas de ellas relacionadas con su actitud ante sus presas.

Desde tiempos remotos, se sostenía que el saurio, para atraer a sus víctimas emitía un extraño e insinuante gemido. Otros autores añadían que, una vez devorada la presa, el temible reptil lloraba sobre los despojos de su comida, quizás afligido porque el festín hubiese terminado tan de prisa y no falta quien asegura que suele comerse a sus propias crías, desconociendo en este caso que la hembra acomoda a los más pequeños dentro de sus fauces para llevarlos al río, donde luego los suelta para que comiencen a nadar por sus propios medios.

Asimismo, se sabe que las famosas lágrimas de cocodrilo son una secreción acuosa que mantiene húmedos los ojos del animal, fuera del agua, pero no tienen nada que ver con el llanto, debido a que las glándulas salivales y las lacrimales de este animal están situadas muy cerca unas de las otras y por eso, se estimulan constantemente, lo que hace que al animal mientras llore mientras come.

Todo esto, sumado a la fantasía popular sirvió para dar origen a la expresión lágrimas de cocodrilo, con la que se alude al dolor fingido de alguien ante cualquier suceso desgraciado, dolor que no es tomado en serio por ninguna de las personas que lo contemplan.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LAS COSAS CLARAS Y EL CHOCOLATE ESPESO (Let´s get things clear!).


Cuando desde América, el monje español fray Aguilar envió las primeras muestras de la planta de cacao a sus colegas de congregación al Monasterio de Piedra, para que la dieran a conocer, al principio no gustó, a causa de su sabor amargo, por lo que fue utilizado exclusivamente con fines medicinales.

Posteriormente, cuando a unas monjas del convento de Guajaca se les ocurrió agregarle azúcar al preparado de cacao, ese nuevo producto causó furor, primero en España y luego en toda Europa.

En esos tiempos, mientras la Iglesia se debatía sobre si esa bebida rompía o no el ayuno pascual, el pueblo discutía acerca de cuál era la mejor forma de tomarlo: espeso o claro.

Para algunos, el chocolate se debía beber muy cargado de cacao, por lo que preferían el chocolate espeso, o sea, "a la española"; para otros, el gusto se inclinaba por la forma "a la francesa", esto es, más claro y diluido en leche.

Los ganadores, finalmente, fueron los que se inclinaron por el chocolate cargado, por lo que la expresión las cosas claras y chocolate espeso se popularizó en el sentido de llamar a las cosas por su nombre.

Entre nosotros, circulaba hace algunos años la variante las "cuentas" claras y el chocolate espeso, usada en relación con las deudas (sobre todo de dinero) que suelen mantener las personas.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITÁN.



Indudablemente, el rey Fernando, el Católico, fue un monarca que, junto con su esposa Isabel, sentó las bases de la grandeza de España.

Cuentan los cronistas de la época que, además de sus dotes de político eminente, el rey tenía cierta recelosa inclinación por el control de los gastos.

Así, una vez le pidió a don Gonzalo Fernández de Córdoba, llamado el Gran Capitán, las cuentas detalladas de los gastos durante las victoriosas campañas de Italia que culminaron con la conquista del reino de Nápoles.

Don Gonzalo, dueño de un gran sentido del humor pero al mismo tiempo, molesto por lo que consideraba una mezquindad después de haber conquistado un reino para su soberano, respondió al rey con las famosas "cuentas", exorbitantes e irónicas, que la leyenda se encargó de magnificar, en la que figuraban conceptos tan variados como extraños.

De manera que, una vez llegado al país, don Gonzalo se encargó de confeccionar una lista semejante a esta:

Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados... por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados... por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados... por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados... y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados...

Ciertas o no, estas cuentas del Gran Capitán corrieron de boca en boca y llegaron a nuestros días como expresión irónica de toda justificación de gastos desorbitados, incoherentes y arbitrarios.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LAS PAREDES OYEN (Walls have ears).


Es un modismo que procede de Francia, del tiempo de las persecuciones contra los hugonotes que culminó en la histórica "Noche de San Bartolomé" o "Noche de los cuchillos largos", episodio sangriento de las luchas religiosas que asolaron Francia en la segunda mitad del siglo XVI.

El hecho fue promovido por Catalina de Médicis y el duque de Guisa quienes instigaron a los católicos a llevar a cabo una matanza de hugonotes (seguidores de Calvino), la noche del 24 de agosto de 1572.

Según algunos historiadores, en aquellos tiempo, la reina Catalina de Médicis mandó construir, en las paredes de sus palacios, conductos acústicos secretos que permitieran oír lo que se hablaba en las distintas habitaciones, para así poder controlar cualquier conspiración en su contra.

La frase las paredes oyen, con el tiempo, pasó a ser utilizada como señal de advertencia acerca de lo que se dice en determinado momento y lugar.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LLÁMALE HACHE / NO SABER NI JOTA (Not to know the first thing about something).


Hemos reunido dos dichos en una explicación, debido a que ambos tienen relación con letras de nuestro alfabeto.

Hasta el siglo XVI, la letra "h" en nuestro idioma, tenía un valor fricativo laríngeo y se la pronunciaba casi como una jota, lo que hoy solemos decir una "hache aspirada".

Pero, al hacerse átona por pérdida de ese sonido, cayó en menosprecio de la gente sencilla, de donde, como consecuencia nació el modismo llamale hache, como equivalente en el lenguaje familiar de es lo mismo, da lo mismo una cosa que otra, o sea, que da igual la presencia o ausencia de la letra hache.

Entre nosotros, se la usa como expresión de justificación similar a la que dio origen al dicho.

La letra "j" proviene de las lenguas primitivas del Medio Oriente, como el hebreo, el caldeo y el siríaco, y era la más pequeña de esos alfabetos, por lo que su nombre llegó hasta nosotros como equivalente de cosa pequeña o insignificante.

En la escritura hebrea, por otra parte, la iod -o sea, la jota- participaba como rasgo inicial de todas las demás letras.

De ahí que el modismo no saber ni jota alude a la extrema ignorancia de alguien en una cosa determinada y así es como lo utilizamos en la actualidad.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LLAMARSE ANDANA.


Antiguamente, la persona que había cometido delito y alcanzaba a refugiarse en una iglesia (o antana como se la llamaba en germanía) quedaba fuera del alcance de la Justicia, siempre y cuando permaneciese en ese lugar.

Asimismo, cuando a un malhechor se le preguntaba su nombre durante un interrogatorio, aludiendo al derecho de asilo, respondía: Me lamo Antana.

Con el tiempo, por un proceso lógico del término, antana, vino a transformarse en andana, de donde la frase hecha llamarse Andana acabó por ser expresión de ese raro derecho de asilo, que la ley reconocía y admitía.

Por afinidad, el modismo pasó posteriormente al lenguaje común como equivalente de eludir o excusarse de obligaciones o de cumplir castigos.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LO CONOCEN HASTA LOS PERROS.


El dicho alude a la figura de don Francisco de Chinchilla, alcalde de Madrid a fines del siglo XVIII.

Este buen señor acostumbraba a presentarse en los mercados, acompañado de sus alguaciles y guardias, al menor signo de disputa o riña, logrando -con su sola presencia- calmar los ánimos de los presuntos contendientes, de manera que la calma volvía a reinar en el lugar.

También se cuenta de don Chinchilla que, en cierta oportunidad, con el propósito de mejorar las condiciones de salud de los madrileños, dictó una ordenanza que autorizaba a los alguaciles a matar a pedradas a todos los perros abandonados y vagabundos.

La orden fue cumplida al pie de la letra y muy pronto se pudo ver por las calles Madrid un gran número de lapidaciones de perros vagabundos.

Y llegó a tal punto la cuestión, que la gente comenzó a decir que los animales realmente conocían a su verdugo, ya que con la sola presencia de don Chinchilla, los canes empezaban a aullar y salían corriendo.

Con el tiempo, la expresión lo conocen hasta los perros se aplicó para dar a entender que alguien es muy popular.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
MAMBRÚ SE FUE A LA GUERRA.



Es el título de una canción popular compuesta por los franceses durante la guerra de la Independencia, suponiendo que había muerto su archienemigo John Churchill, duque de Marlborough, militar inglés que había participado también en la Guerra de Sucesión española.

La pronunciación popular del difícil nombre Marlborough dio origen a la palabra Mambrú, con la que se tituló la canción que primero fue cantada por los soldados y patriotas franceses.

El tema pasó muy pronto al olvido, hasta que la nodriza del delfín francés, contratada por María Antonieta -esposa de Luis XVI- comenzó a arrullar al niño con esta canción, lo que causó mucha gracia a los reyes y muy pronto, todos la entonaban en el palacio de Versailles.

Por influencia de los Borbones, en España volvió a difundirse la canción y recobró su popularidad, sobre todo, entre las niñas, que la cantaban mientras jugaban a la rayuela.

Mambrú se fue a la guerra identifica una de las canciones infantiles más populares.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
MADAR A LA PORRA (To send packing).
Antiguamente, en el ámbito militar, el soldado que ejecutaba el tambor mayor del regimiento llevaba un largo bastón, con el puño de plata y mucha historia detrás, al que se llamaba "porra".

Por lo general, este bastón era clavado en un lugar alejado del campamento y señalaba el lugar al que debía acudir el soldado que era castigado con arresto: "Vaya usted a la porra", le gritaba el oficial y el soldado, efectivamente, se dirigía a ese lugar y permanecía allí durante el tiempo que se mantenía el castigo.

Posteriormente, fue cambiada la forma de castigo, pero la expresión mandar a la porra quedó en el uso del lenguaje del pueblo con un matiz netamente despectivo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
MANTENERSE EN SUS TRECE (To stick to one´s guns).


Este es otro de los dichos sobre cuyo origen hay opiniones encontradas. Mientras algunos sostienen que proviene de la obstinación con que el antipapa español Pedro de Luna, durante el cisma de Occidente, mantuvo sus derechos al trono bajo el nombre de Benedicto XIII, para otros es simplemente un modismo residual de cierto antiguo juego de naipes, en el que, a la manera del que nosotros conocemos como el siete y medio, la cantidad de tantos máximos para poder ganar el juego era "quince".

De esta forma, sucedía con mucha frecuencia que el jugador, al alcanzar ocasionalmente los trece puntos y por temor a pasarse de la cantidad ideal, se rehusaba a pedir otra carta y se plantaba en ese número.

Sea cual fuere el origen del dicho, la expresión mantenerse en sus trece ha pasado al lenguaje popular como sinónimo de terquedad y persistencia porfiada en mantener una opinión o en cumplir una tarea determinada.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
MARCHAR A LA FRANCESA (To take a French leave).


Durante el transcurso del siglo XVIII, existía entre las personas de la alta sociedad francesa una moda que consistía en retirarse de un lugar en el que se estaba realizando una reunión o velada, sin despedirse, sin siquiera saludar a los anfitriones.

Llegó a tal punto este hábito, que era considerado un rasgo de mala educación saludar en el momento de la partida.

No se objetaba, por ejemplo, que la persona mirase el reloj para dar a entender las circunstancias por las que ella debía retirarse, pero de ninguna manera se veía con buenos ojos que el asistente saludase antes de ausentarse.

Esta costumbre, en Francia dio origen al dicho sans adieu (sin adiós), que el lenguaje coloquial español acuñó en la forma marchar a la francesa, pero en este caso como equivalente de reprobación del comportamiento de alguien que, sin despedida ni saludo alguno, se retira de una reunión.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
SER MÁS EL RUIDO QUE LAS NUECES (Much ado about nothing).
No es muy segura la procedencia de este modismo, aunque circula por España una anécdota que podría explicar el origen del dicho.

Según cuenta el conde de Clonard, en 1597 las tropas españolas tomaron la ciudad de Amiens merced a una treta urdida por el capitán Hernán Tello de Portocarrero, que vistió de labradores a dieciséis de sus soldados que hablaban muy bien en francés.

Estos hombres penetraron en la ciudad provistos de sacos de nueces, cestos de manzanas y un carro de heno. Apenas entraron en la ciudad, uno de los soldados dejó caer voluntariamente uno de los sacos de nueces, lo que movió a los soldados franceses a recoger las nueces del piso. Esta situación permitió a los españoles que sacaran sus armas de la carreta de heno y así reducir a las tropas locales para permitir el ingreso de una columna invasora.

Posteriormente, los franceses recobraron la plaza, pero la astucia de la estratagema habrían dado origen al dicho ser más el ruido que las nueces.

Con el correr del tiempo, la frase pasó a ser parte del uso popular, como manifestación de exagerada demostración de un hecho que no tiene tanta trascendencia.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ME LO CONTÓ UN PAJARITO (A little bird told me).



En general, las aves siempre han tenido fama de ser portadoras excepcionales de buenas y malas noticias. Tanto en la Biblia cuanto en la literatura clásica abundan ejemplos de esta afirmación que certifican la vigencia del dicho.

Una de las muestras antiquísimas de esa creencia es el difundido arte de predecir el futuro por el vuelo y el canto de los pájaros (augur, augurio...).

Otra, más cercana en el tiempo, está representada por el uso de las palomas mensajeras, que han prestado siempre valiosos servicios a las tareas de información y comunicación.

Todo ello explica la antigüedad de la frase me lo contó un pajarito, con la que solemos ocultar risueñamente el conocimiento del origen de alguna noticia llegada a nosotros de manera confidencial.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS (To bite off more than one can chew).


La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media.

El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada.

La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros).

La expresión meterse en camisa de once varas se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
MÚSICA CELESTIAL (Hot air).


En tiempos remotos, era muy debatido el tema de la existencia o no, de tres clases de música: la instrumental, conocida por todos; la música humana, que reflejaría la armonía entre el cuerpo y el espíritu y la música celestial o mundana, también llamada "música de las esferas", considerada inaudible para los sentidos, pero que estaba determinada por la velocidad y distancia de los astros. Incluso, se llegó a afirmar que las siete notas de la escala musical se correspondían con los siete planetas del sistema Solar, mientras que las doce consonancias o series de acordes equivalían a los doce signos del Zodíaco.

Para algunos, hasta se volvió motivo de preocupación averiguar si en el Cielo se cantaría esa música.

Todas estas quiméricas conjeturas acabaron por dar origen a la expresión música celestial, que con el correr del tiempo se aplicó para desdeñar -por vanas e inútiles- aquellas promesas que se hacen envueltas en palabras sonoras y engañosas.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
NO BASTA QUE LA MUJER DEL CÉSAR SEA HONESTA...



... también tiene que parecerlo, dice el proverbio.

Según cuenta Plutarco en sus "Vidas paralelas", un patricio romano llamado Publio Clodio Pulcro, dueño de una gran fortuna y dotado con el don de la elocuencia, estaba enamorado de Pompeya, la mujer de Julio César.

Tal era su enamoramiento, que en cierta oportunidad, durante la fiesta de la Buena Diosa -celebración a la que sólo podían asistir las mujeres- el patricio entró en la casa de César disfrazado de ejecutante de lira, pero fue descubierto, apresado, juzgado y condenado por la doble acusación de engaño y sacrilegio.

Como consecuencia de este hecho, César reprobó a Pompeya, a pesar de estar seguro de que ella no había cometido ningún hecho indecoroso y que no le había sido infiel, pero afirmando que no le agradaba el hecho de que su mujer fuera sospechada de infidelidad, porque no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo.

La expresión, con el tiempo, comenzó a aplicarse en todo caso en el que alguien es sospechado de haber cometido alguna ilicitud, aun cuando no hubiera dudas respecto de su inocencia.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
NO DEJAR TÍTERE CON CABEZA (There is not a plate in the house left unbroken).


Todos sabemos que los títeres son figuras hechas en pasta, madera u otro material que, revestidas y adornadas caprichosamente, se accionan con hilos mediante algún artificio manual.

En la actualidad, los títeres son un espectáculo para niños, pero en otras épocas, las representaciones se hacían también para recreo de los adultos, lo que explica que el célebre Don Quijote haya podido arremeter como lo hizo, contra el retablo del maese Pedro, en el que -en efecto- no dejó títere con cabeza.

La expresión quedó en el lenguaje popular para calificar el destrozo que, por motivos airados, se hace de algo o alguien involuntaria e indiscriminadamente, aunque por analogía, la frase puede aplicarse también en el caso en que no haya ningún daño material, sino una severa reprimenda manifestada en forma oral contra una o más personas.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
NO ES NADA LO DEL OJO.



Según cuenta la tradición, alguien, como consecuencia de una riña callejera, tuvo la mala suerte de resultar herido en el rostro y perder uno de sus ojos. Entonces, lo recogió en su propia mano y comenzó a correr por las calles de la ciudad, en busca de ayuda.

Mientras iba a toda velocidad por la vía pública y para darse valor ante la gente que lo miraba con preocupación por tan grave accidente, iba diciendo ... no sufro nada... no pasa nada... en realidad, no es nada lo del ojo...

Claro, esta afirmación ante tan grave hecho, cayó muy bien en el jocoso espíritu popular y la gente, tomando al pie de la letra la expresión, la completó diciendo no es nada lo del ojo... y lo llevaba en la mano, cuya parte final suele omitirse.

Posteriormente, parece ser que la escena volvió a repetirse, esta vez protagonizada por el célebre torero Manuel Domínguez "Desperdicios", toreando en la Plaza de Puerto de Santa María, en 1857.

De todas formas, la locución quedó en el uso popular para subrayar burlonamente la actitud de quien, ante un grave trance, trata de minimizar la urgencia de una situación.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
MARCHAR A LA FRANCESA (To take a French leave).


Durante el transcurso del siglo XVIII, existía entre las personas de la alta sociedad francesa una moda que consistía en retirarse de un lugar en el que se estaba realizando una reunión o velada, sin despedirse, sin siquiera saludar a los anfitriones.

Llegó a tal punto este hábito, que era considerado un rasgo de mala educación saludar en el momento de la partida.

No se objetaba, por ejemplo, que la persona mirase el reloj para dar a entender las circunstancias por las que ella debía retirarse, pero de ninguna manera se veía con buenos ojos que el asistente saludase antes de ausentarse.

Esta costumbre, en Francia dio origen al dicho sans adieu (sin adiós), que el lenguaje coloquial español acuñó en la forma marchar a la francesa, pero en este caso como equivalente de reprobación del comportamiento de alguien que, sin despedida ni saludo alguno, se retira de una reunión.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

SER MÁS EL RUIDO QUE LAS NUECES (Much ado about nothing).

No es muy segura la procedencia de este modismo, aunque circula una anécdota que podría explicar el origen del dicho.

Según cuenta el conde de Clonard, en 1597 las tropas españolas tomaron la ciudad de Amiens merced a una treta urdida por el capitán Hernán Tello de Portocarrero, que vistió de labradores a dieciséis de sus soldados que hablaban muy bien en francés.

Estos hombres penetraron en la ciudad provistos de sacos de nueces, cestos de manzanas y un carro de heno. Apenas entraron en la ciudad, uno de los soldados dejó caer voluntariamente uno de los sacos de nueces, lo que movió a los soldados franceses a recoger las nueces del piso. Esta situación permitió a los españoles que sacaran sus armas de la carreta de heno y así reducir a las tropas locales para permitir el ingreso de una columna invasora.

Posteriormente, los franceses recobraron la plaza, pero la astucia de la estratagema habrían dado origen al dicho ser más el ruido que las nueces.

Con el correr del tiempo, la frase pasó a ser parte del uso popular, como manifestación de exagerada demostración de un hecho que no tiene tanta trascendencia.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

ME LO CONTÓ UN PAJARITO (A little bird told me).


En general, las aves siempre han tenido fama de ser portadoras excepcionales de buenas y malas noticias. Tanto en la Biblia cuanto en la literatura clásica abundan ejemplos de esta afirmación que certifican la vigencia del dicho.

Una de las muestras antiquísimas de esa creencia es el difundido arte de predecir el futuro por el vuelo y el canto de los pájaros (augur, augurio...).

Otra, más cercana en el tiempo, está representada por el uso de las palomas mensajeras, que han prestado siempre valiosos servicios a las tareas de información y comunicación.

Todo ello explica la antigüedad de la frase me lo contó un pajarito, con la que solemos ocultar risueñamente el conocimiento del origen de alguna noticia llegada a nosotros de manera confidencial.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS (To bite off more than one can chew).


La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media.

El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada.

La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros).

La expresión meterse en camisa de once varas se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

MÚSICA CELESTIAL (Hot air).


En tiempos remotos, era muy debatido el tema de la existencia o no, de tres clases de música: la instrumental, conocida por todos; la música humana, que reflejaría la armonía entre el cuerpo y el espíritu y la música celestial o mundana, también llamada "música de las esferas", considerada inaudible para los sentidos, pero que estaba determinada por la velocidad y distancia de los astros. Incluso, se llegó a afirmar que las siete notas de la escala musical se correspondían con los siete planetas del sistema Solar, mientras que las doce consonancias o series de acordes equivalían a los doce signos del Zodíaco.

Para algunos, hasta se volvió motivo de preocupación averiguar si en el Cielo se cantaría esa música.

Todas estas quiméricas conjeturas acabaron por dar origen a la expresión música celestial, que con el correr del tiempo se aplicó para desdeñar -por vanas e inútiles- aquellas promesas que se hacen envueltas en palabras sonoras y engañosas.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NO BASTA QUE LA MUJER DEL CÉSAR SEA HONESTA... también tiene que parecerlo.

Según cuenta Plutarco en sus "Vidas paralelas", un patricio romano llamado Publio Clodio Pulcro, dueño de una gran fortuna y dotado con el don de la elocuencia, estaba enamorado de Pompeya, la mujer de Julio César.

Tal era su enamoramiento, que en cierta oportunidad, durante la fiesta de la Buena Diosa -celebración a la que sólo podían asistir las mujeres- el patricio entró en la casa de César disfrazado de ejecutante de lira, pero fue descubierto, apresado, juzgado y condenado por la doble acusación de engaño y sacrilegio.

Como consecuencia de este hecho, César reprobó a Pompeya, a pesar de estar seguro de que ella no había cometido ningún hecho indecoroso y que no le había sido infiel, pero afirmando que no le agradaba el hecho de que su mujer fuera sospechada de infidelidad, porque no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo.

La expresión, con el tiempo, comenzó a aplicarse en todo caso en el que alguien es sospechado de haber cometido alguna ilicitud, aun cuando no hubiera dudas respecto de su inocencia.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NO DEJAR TÍTERE CON CABEZA (There is not a plate in the house left unbroken).


Todos sabemos que los títeres son figuras hechas en pasta, madera u otro material que, revestidas y adornadas caprichosamente, se accionan con hilos mediante algún artificio manual.

En la actualidad, los títeres son un espectáculo para niños, pero en otras épocas, las representaciones se hacían también para recreo de los adultos, lo que explica que el célebre Don Quijote haya podido arremeter como lo hizo, contra el retablo del maese Pedro, en el que -en efecto- no dejó títere con cabeza.

La expresión quedó en el lenguaje popular para calificar el destrozo que, por motivos airados, se hace de algo o alguien involuntaria e indiscriminadamente, aunque por analogía, la frase puede aplicarse también en el caso en que no haya ningún daño material, sino una severa reprimenda manifestada en forma oral contra una o más personas.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NO ES NADA LO DEL OJO.



Según cuenta la tradición, alguien, como consecuencia de una riña callejera, tuvo la mala suerte de resultar herido en el rostro y perder uno de sus ojos. Entonces, lo recogió en su propia mano y comenzó a correr por las calles de la ciudad, en busca de ayuda.

Mientras iba a toda velocidad por la vía pública y para darse valor ante la gente que lo miraba con preocupación por tan grave accidente, iba diciendo ... no sufro nada... no pasa nada... en realidad, no es nada lo del ojo...

Claro, esta afirmación ante tan grave hecho, cayó muy bien en el jocoso espíritu popular y la gente, tomando al pie de la letra la expresión, la completó diciendo no es nada lo del ojo... y lo llevaba en la mano, cuya parte final suele omitirse.

Posteriormente, parece ser que la escena volvió a repetirse, esta vez protagonizada por el célebre torero Manuel Domínguez "Desperdicios", toreando en la Plaza de Puerto de Santa María, en 1857.

De todas formas, la locución quedó en el uso popular para subrayar burlonamente la actitud de quien, ante un grave trance, trata de minimizar la urgencia de una situación.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NO HAY TUTÍA.

En la medicina antigua, el hollín que resultaba de la fundición y purificación del cobre (óxido de cinc) era procesado para transformarlo en ungüento, al que le atribuían excepcionales virtudes curativas para determinadas enfermedades de la vista.

El ungüento era llamado -según la región de que se tratara y del elemento del que derivaba- tutía, atutia o atutía y parece que era muy citado por los publicistas de la época, debido a sus aparentes buenos resultados en los tratamientos de las enfermedades oculares.

Fue tal el prestigio de esta panacea que el lenguaje popular, basándose en ello, terminó por acuñar la frase -algo deformada, por cierto- no hay tu tía (como si en realidad, se tratase de la "tía" de alguien), para dar a entender que algo, por su dificultad o por su obstinación e intransigencia, es imposible de resolver.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NO TENERLAS TODAS CONSIGO.



Este modismo que solemos utilizar frecuentemente como justificación de la suerte adversa de una persona, proviene del lenguaje de los naipes, en el que el hecho de no estar en posesión de las cartas necesarias para afrontar una mano con probabilidad de fortuna, provoca la consiguiente incertidumbre del jugador.

Hay quienes relacionan la locución no tenerlas todas consigo con el hecho de acudir a la batalla sin las armas necesarias para la lucha.

Lo mismo sucede con otras expresiones equivalentes, como llevar las de ganar y llevar las de perder, que se refieren -respectivamente- a la expectativa razonada de obtener éxito en un empleo, o de no tenerlo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NO VALER NI LA BULA DE MECO.


Meco es un pueblo cercano a Alcalá de Henares, en la provincia de Madrid.

En cierta oportunidad, el papa Inocencio VIII, en recompensa por los servicios prestados al papa y a la Corte romana por Íñigo López de Mendoza, segundo conde de Tendilla y señor de Meco, expidió una bula (documento pontificio autorizado por la firma del papa, en tinta roja).

En ella, el Sumo Pontífice otorgaba una serie de favores para los habitantes de Meco y varios pueblos vecinos, que entre otros, les permitía saltarse determinados preceptos del ayuno de los viernes y de algunos otros anuales.

Había sido el propio conde quien solicitó al papa la exención, en atención a que Meco y las otras localidades, al estar situadas en el centro de la península, no podían abastecerse de pescado fresco y por lo tanto, no podrían cumplir con el ayuno preceptivo.

Todo ello, motivó que la expresión no valer ni la bula de Meco adquiriera carácter proverbial para subrayar la situación de quien, en un apuro extremo, no encuentra salida ni protección posibles.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NO VALERLE A UNO NI LA PAZ NI LA CARIDAD.


En la Edad Media, existía en Castilla la Archicofradía de la Caridad, creada por María de Aragón, primera esposa del rey Juan II de Castilla, cuyo cometido consistía en asistir piadosamente a los necesitados y a los reos condenados a muerte desde que estos entraban en capilla hasta que eran conducidos al cadalso.

Generalmente, eran ejecutados en la horca, pero existía una regla que establecía que, si por casualidad la soga se cortaba o fallaba eventualmente un mecanismo durante la ejecución y en ese momento, un hermano de la Cofradía alcanzaba a tocar o cubrir con su capa el cuerpo del condenado antes de que interviniese el verdugo, entonces el reo se libraba del ajusticiamiento y su pena era conmutada por la de prisión perpetua en una cárcel del norte de África.

Por supuesto, esta regla daba lugar a numerosos hechos de corrupción protgonizados por familiares de los condenados, funcionarios y verdugos, que en más de una oportunidad a cambio de sobornos, corroían la cuerda de la horca para que en el momento de la ejecución, ésta cediera ante el peso del condenado.

Esto dio lugar a que se dictaran normas para poner coto a la maniobra y fue entonces cuando se acuñó la frase a este no lo salva ni la paz ni la caridad, en relación a la Cofradía que no podría hacer nada por el reo.

El dicho, posteriormente comenzó a aplicarse a todo aquel que, por hallarse en situación de extrema adversidad, no tiene posibilidades de escapar al castigo.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

OTRO GALLO CANTARÍA.



En las últimas horas de vida de Jesucristo, cuando estaban en el Cenáculo, el Señor había dicho a Pedro que él lo negaría tres veces antes de que cantase el gallo dos, al amanecer.

Por supuesto, Pedro negó que tal situación fuese a cumplirse, pero quizá por la flaqueza humana del apóstol, el hecho se cumplió y Pedro negó tres veces consecutivas que conocía al Maestro.

El curso de los hechos que condujeron a Jesús al Gólgota engendró en los creyentes el sentimiento de que otro habría sido el desenlace de la historia sagrada si el valor de Pedro no hubiese flaqueado.

De ahí, que la expresión otro gallo cantaría se aplique para dar a entender que, de haberse planteado de otra manera, las cosas habrían resultado diferentes.

Entre nosotros, circula la variante otro gallo le cantara, con idéntica función.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
PICAR MUY ALTO (To aim high).


Esta es una expresión tomada del arte de la tauromaquia (corrida de toros), donde el acto de picar tiene mucho que ver con la habilidad del alanceador de toros.

Pero, su origen nos remonta a una corrida de toros realizada en la Plaza Mayor de Madrid durante el reinado de Felipe IV, celebrando el día de su onomástico. Sucede que uno de los más destacados picadores era don Juan de Tassis y Peralta, conde de Villamediana, que también era conocido por una relación amorosa con la reina. Ese día, el conde tuvo una actuación destacada, lo que hizo que la soberana exclamara: "¡Qué bien pica el conde!", a lo que el rey replicó, con toda ironía: "Sí, pica muy bien... pero pica muy alto", sugiriendo lo excesivo de las aspiraciones del noble súbdito.

El conde, finalmente, murió asesinado a manos de un desconocido, instigado o pagado según dicen, por algún cortesano ofendido o, muy probablemente por el propio rey, no sin antes haber salvado a la reina de un incendio producido en el palacio de Aranjuez, aunque había quienes sostenían que fue el propio don Juan el que habría provocado el fuego, para poder "salvar" a la reina.

Con el tiempo, la expresión pasó al uso popular para dar a entender que alguien pone su mira en objetivos muy por encima de sus posibilidades.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
PONER LAS MANOS EN EL FUEGO (To stake one´s life on someone).


Para explicar la procedencia de este dicho, hay que remontarse a la época en que se practicaba el llamado "juicio de Dios" u "Ordalía" que era una institución jurídica por medio de la cual se dictaminaba la inocencia de una persona o cosa (podía ser un libro u otra obra de arte) acusada de haber cometido algún delito, pecado o falta y de cuyo resultado se podía deducir qué juicio merecía ella de Dios.

Muchas veces, el juicio de Dios se practicaba para aclarar una desavenencia entre dos personas.

Originariamente, era una costumbre pagana practicada por numerosos pueblos antiguos -en particular, por tribus germánicas-, pero con la llegada del cristianismo, la costumbre fue asimilada por la Iglesia.

Estos juicios de Dios tenían muchas formas de ejecución, pero las que más se practicaban eran las que consistían en el combate y el fuego, forma ésta que consistía en tomar hierros candentes o poner en la mano (u otra parte del cuerpo) una hoguera o lumbre: si la persona salía indemne o con poco daño de la prueba, era considerada inocente.

La frase, con el tiempo, comenzó a aplicarse, en sentido figurado, para manifestar respaldo total por alguien o algo, dando a entender que uno estaría dispuesto incluso a poner las manos en el fuego, para dar testimonio de la conducta de una persona.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

PONER LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES (To dot one´s i´s and cross one´s t´s).

Durante el transcurso del siglo XVI, fueron introducidos los caracteres góticos en la escritura común. Entonces, los copistas -importantísima profesión en esa época- adoptaron la práctica de poner un pequeño tilde sobre la i minúscula, para evitar que la presencia de dos de estas letras seguidas fuese confundida con una "u" (como si hoy tuviéramos que escribir a mano y en letra cursiva el término compuesto antiinflacionario).

Por supuesto, esta innovación no fue bien recibida por todos los escribas y por algunas de las personas letradas, de manera que comenzaron a discrepar con la medida; tanto fue así, que para muchos, la acción de poner los puntos sobre las íes no pasaba de ser una prolijidad ociosa, propia de personas excesivamente meticulosas y maniáticas del esmero.

Con el correr del tiempo, este concepto fue desplazado por el que tiene la frase en la actualidad, es decir, ejecutar todo muy detalladamente, sobre todo lo que normalmente se hacía de manera imprecisa, aunque entre nosotros suele aplicarse a la persona que siente la necesidad de aclarar determinada situación porque prefiere las cosas transparentes.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

PONER PIES EN POLVOROSA (To take it on the lam).

A pesar de que no puede afirmarse con certeza, todo lleva a pensar que el origen de esta expresión alude a un hecho bélico histórico protagonizado por el rey de Asturias y León, don Alfonso III.

Al parecer, este monarca estaba bastante preocupado por las incursiones de los moros en su territorio y un buen día resolvió poner punto final a las tropelías de los sarracenos, para lo cual, salió a cortarles el paso a orillas del río Orbigo, en una región conocida como los Campos Palestinos de Polvorosa.

Luego de una compleja, cruenta y exitosa contraofensiva del monarca astur, el ejército islámico debió dispersarse en fuga desordenada, de donde la conocida expresión poner pies en Polvorosa comenzó a aplicarse con valor de huida brusca y precipitada.

Otras versiones, un poco menos documentadas, remiten el origen de este dicho -en sentido figurado- a la polvareda que levanta alguien cuando huye; también aluden a que en el lenguaje de los delincuentes (germanía) se llama polvorosa a la calle.

En la actualidad, aunque un poco menos difundida, esta expresión es utilizada en el mismo sentido.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
PONER SOBRE LOS CUERNOS DE LA LUNA.


En la Antigüedad, la locución poner sobre la luna significaba alabar, ensalzar a una persona en grado superlativo.

Ya en tiempos del poeta latino Virgilio se usaba esta expresión como imagen laudatoria y los autores clásicos españoles la incorporaron con el valor que actualmente conserva.

Con el tiempo, la expresión fue embellecida con el poético agregado de "los cuernos", que algunos autores creían inspirada en el texto de cierta lápida que se conserva en la universidad de Salamanca y en la que, bajo el símbolo de la media luna invertida, se recuerda la memoria del antipapa Benedicto XIII, don Pedro de Luna, insigne protector de esa universidad.

Sea como fuere, el dicho popular poner sobre los cuernos de la luna conservó por mucho tiempo su primitivo significado de ensalzar, alabar desmedidamente a alguien.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

PONERSE LAS BOTAS (To feather one´s nest).


Hubo un tiempo en el que el calzado era signo distintivo de la clase social a la que pertenecía el individuo. Es más: entre los romanos y los bizantinos existían normas muy estrictas al respecto y de hecho, esas diferencias se mantuvieron vigentes por mucho tiempo.

De manera que, mientras las botas eran de uso privativo de los caballeros ricos y poderosos, el zapato bajo estaba reservado al pueblo llano.

De ahí nació la expresión ponerse las botas, utilizada para poner de manifiesto el progreso de quien, por virtud de un golpe de fortuna, accedía al uso de las botas.

Por supuesto, ese progreso sólo podía verificarse en un integrante de la clase baja ya que los nobles siempre habían usado botas.

En la actualidad, el dicho conserva el mismo sentido, aunque en los últimos años ha adquirido -metafóricamente- un relativo valor intencional, quizá debido a las personas que medran en base a hechos no del todo claros o lícitos, por eso, en la actualidad, la frase se aplica por lo general, cuando la persona que ha alcanzado el progreso es sospechada de ilicitudes.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE.


Según cuenta el obispo de Mondoñedo, fray Antonio de Guevara, en tiempos de las revueltas de las Comunidades de Castilla había en un pueblo de Ávila un clérigo de origen vasco, partidario y ferviente defensor del líder de la revuelta Juan de Padilla, a quien señalaba desde el púlpito como "verdadero rey de Castilla, y no el tirano que ahora nos gobierna".

Pero resultó que, una vez, el propio rebelde Juan de Padilla apareció con sus tropas y, tal como era la costumbre de la época, devastó las bodegas del lugar para abastecer a sus huestes.

Una vez que se fue, el clérigo del lugar subió de nuevo al púlpito y habló al pueblo, pero ahora con un mensaje distinto, diciendo "habéis visto cómo pasó por aquí don Juan de Padilla y cómo sus soldados no me dejaron gallina viva, no tocino, ni estaca, ni tinaja sana. Os digo esto porque, de aquí en adelante, no deberéis rogar a Dios por él, sino por el rey don Carlos y la reina doña Juana, únicos reyes verdaderos...".

Como es de suponer, la gente comenzó a aplicar la frase ¡quién te ha visto y quién te ve! para referirse al sentimiento que despierta una persona que en un tiempo fue pujante, feliz, sana o rica y ahora se encuentra débil, triste, enferma o pobre.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
SABER DÓNDE LE APRIETA EL ZAPATO (To know on which side one´s bread is buttered).


Este es uno de los dichos más populares de nuestra lengua y su origen se remonta a la época de los romanos.

Según cuenta Plutarco en su obra "Vidas paralelas", Paulo Emilio, un patricio romano que gozaba de respeto entre sus pares debido a su sentido de la Justicia, dispuso separarse
-aparentemente, sin ninguna razón- de Pipiria (hija de Papirio Masón), su joven, bella y virtuosa esposa, madre de sus dos hijos.

Cuando sus amigos, escandalizados por la actitud del patricio, le reprochaban su proceder, éste, sonriente y señalando uno de sus zapatos, respondía:

-¿Han visto ustedes alguna pieza tan fina y primorosamente trabajada como esta? Pues yo, y sólo yo sé dónde me aprieta.

Con el tiempo, la ejemplar respuesta pasó al lenguaje popular para ser usada como réplica, cuando se acusa a alguien de obrar con ligereza y desatino.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
SALVARSE POR UN PELO (By the skin of one´s teeth).



En tiempos remotos, el oficio de marino no hacía descontar -como en la actualidad- que este profesional supiera nadar; más aún, había muchos hombres de mar que no podían siquiera mantenerse a flote en caso de naufragio debido a que la capacidad de nadar no era una condición "sine qua non" para ingresar como tripulante.

De ahí que, cuando un día el jefe de cierto cuerpo de la Armada, quizá guiado por razones puramente higiénicas, dio orden de rapar la cabeza de todos sus hombres, estos se alzaron en clamor de protesta y rebeldía, llegando incluso a la superioridad, alegando que la medida atentaba contra su vida, debido a que de esa manera se les privaba, en caso de naufragio, de una forma de asidero, dado que muchas veces eran salvados de una muerte segura al ser tomados de los largos pelos de su cabeza.

Este pedido formulado por los marinos fue curiosamente atendido por los superiores que, a través de una Real Orden expedida en 1809, decretaron la caducidad de la medida de exigir el pelo corto a los marinos.

En la actualidad, la expresión salvarse por los pelos o la variante criolla salvarse por un pelito son usadas para dar a entender que alguien logra salir de un apuro extremo, justo en el último momento.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
SE ARMÓ LA GORDA (There was a great hullabaloo).

La Revolución Unionista de 1868, a causa de la cual la reina Isabel II se vio forzada a abandonar el poder, vino precedida de un insistente rumor callejero, en el que utilizando la muy castiza expresión de la Gorda, se proclamaba a los cuatro vientos la inevitabilidad de los acontecimientos.

Es decir, la gente aludía a la Gorda como un hecho consumado, como una cosa ya hecha: la Gorda ya está en camino... se va armar la Gorda... hasta que, finalmente, en septiembre de ese año, verdaderamente, se armó la Gorda con el pronunciamiento militar del marino Juan Bautista Topete y Carballo en Cádiz y de Primo de Rivera en Madrid.

Históricamente, el hecho tomó el ostentoso nombre de La Gloriosa, pero su duración fue efímera; no así el castizo alias que el pueblo le adjudicó: La Gorda, expresión que luego extendió su uso al lenguaje familiar, cuando alguien quiere referirse a cierto hecho ruidoso o de mucha trascendencia, o bien ante una situación de extrema gravedad.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
SER CHIVO EXPIATORIO (To be a scapegoat).

Este dicho proviene de una práctica ritual de los antiguos judíos, por la que el Gran Sacerdote, purificado y vestido de blanco para la celebración del Día de la Expiación ("purificación de las culpas por medio de un sacrificio") elegía dos machos cabríos, echaba a suerte el sacrificio de uno, en nombre del pueblo de Israel y ponía las manos sobre la cabeza del animal elegido -llamado el Azazel- al que se le imputaban todos los pecados y abominaciones del pueblo israelita.

Luego de esta ceremonia, el macho sobreviviente era devuelto al campo por un acólito y abandonado a su suerte, en el valle de Tofet, donde la gente lo perseguía entre gritos, insultos y pedradas.

Por extensión, la expresión ser el chivo expiatorio adquirió entre nosotros el valor de hacer caer una culpa colectiva sobre alguien en particular, aun cuando no siempre éste haya sido el responsable de tal falta.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

SER DE TIROS LARGOS.


En la España antigua, cada quien era libre de colocar en su coche la cantidad de caballos que quisiera, pero en cambio, solamente el rey y algunos dignatarios de la Corte tenían derecho a colocar el tiro delantero a mayor distancia que los traseros, para lo cual, lo alargaban por medio de extensas correas y hubo una época en que eran tantos los alargamientos que los tirantes llegaron a medir cuatro o cinco varas (casi cuatro metros y medio).

A esta clase de arreo se le llamaba tiros largos y el modismo pasó -por extensión- al lenguaje familiar para designar el vestido de gala o cualquier otro atuendo ocasional lujoso.

Entre nosotros, por una deformación posterior, la expresión ser de tiros largos se aplica en el caso de las personas que soportan sin objeción largas esperas, viajes interminables o bien, se mantienen despiertos hasta horas muy avanzadas.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

SI SALE CON BARBAS... SAN ANTÓN...


Cuenta la tradición que había una vez un pintor aficionado, quien instalado ante el caballete dando forma a un boceto de cuadro, recibió la visita de un inoportuno espectador que le preguntó qué se proponía pintar en ese lienzo.

El artista, que indudablemente tenía poca confianza en sus propias dotes, respondió socarronamente: -si sale con barbas, San Antón; si no... la Purísima Concepción.

La ocurrencia tuvo una feliz repercusión y así pasó, de la forma proverbial al lenguaje popular, para dar a entender que se acomete una tarea sin muchas pretensiones de triunfo y, sobre todo, con indiferencia acerca del incierto resultado final.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TENER MUCHOS HUMOS (To be big-headed).

Existía entre los romanos, la tradicional costumbre de adornar el atrio de las viviendas con los bustos y retratos de toda su ascendencia, con el objeto de demostrar la longitud y la importancia de su linaje.

Estos objetos, por efecto del humo y del paso del tiempo, adquirían una coloración oscura de la que los habitantes de la casa solían ufanarse, ya que cuanto más intensa era esa pátina de ranciedad, más crecía la respetabilidad de la familia, en base a la memoria de sus ancestros.

Ese es el origen de la expresión tener muchos humos que hoy aplicamos análogamente para manifestar la fea actitud de quien actúa con engreimiento y presunción inmoderados.

El mismo valor adquirió la locución subirse los humos a la cabeza.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TARDE PIASTE.



Generalmente, cuando oímos una queja, pedido de auxilio o justificación algo tardíos, de manera que resulta prácticamente imposible atender, solemos utilizar irónicamente el dicho tarde piaste, integrado por el adverbio de tiempo y el participio del verbo "piar".

En realidad, en el propio sentido de este verbo está contenido el significado del dicho, sobre cuyo origen se manejan varias versiones, aunque se coincide en lo más esencial.

La más acertada habla de un par de estudiantes gallegos que, en ocasión de jugarle una broma a un tercero, apostaron a quién de los tres se atrevía a tragar un huevo cocido, de un solo trago. Aceptada la apuesta, los dos pícaros pusieron dos huevos cocidos y uno crudo, que se encargaron de dar al incauto.

Este tomó el huevo y en el momento de pasar por la garganta del joven, el pollito pió, lo que hizo que aquel exclamara... ¡tarde piache! (forma gallega de decir ¡tarde piaste!).

En la actualidad, lo seguimos utilizando con el mismo sentido que en sus orígenes.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TENER BUENA (O MALA) SOMBRA.



No importa si el origen de este dicho es andaluz o gitano, el caso es que proviene del valor que se da en esas latitudes -tan intensamente bañadas por el sol- a la sombra, especialmente durante los rigores del verano.

Efectivamente, la sombra cumple allí un papel de primer orden y ello explica que el pueblo andaluz -siempre tan ocurrente- haya venido a atribuirle incluso valor sicológico, al decir buena (o mala) sombra.

Así, tener buena sombra se volvió sinónimo de "tener gracia, donaire, ingenio", en tanto tener mala sombra equivale a "ser pesado, molesto, inoportuno y carente de todo atractivo".

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TOMAR LAS DE VILLADIEGO (To take to one´s heels).

Si existe un dicho popular de origen español cuyo origen es controvertido, sin duda es este que nos ocupa ahora.

Sobre lo que no se tiene ninguna duda es respecto de su antigüedad, ya que se lo menciona por primera vez en La Celestina, la célebre tragicomedia de Calisto y Melibea escrita en parte por Fernando de Rojas, donde se hace referencia a las "calzas de Villadiego".

Pero los estudiosos no se ponen de acuerdo acerca de su procedencia: para algunos, alude a un determinado tipo de calzones -calzas- que se confeccionaban por entonces en el pueblo burgalés de Villadiego; para otros, evoca la figura del aventurero que llevaba ese apellido, quien por alguna razón que se desconoce, se vio obligado a escapar precipitadamente de determinado lugar.

Existen otras versiones no menos contradictorias, una de las cuales sostiene que se refiere a las alforjas que se fabricaban en la ciudad de Villadiego, aludiendo a que éstas son lo primero que se toma cuando se huye de un lugar, pero en realidad, se trataría de las calzas, que sí son lo primero que uno toma en su huida.

Pero sea como fuere, el significado de la frase tomarse las de Villadiego tiene en todos los casos el mismo sentido: huir, salir en estampida por efecto de una contingencia súbita e imprevista.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TRAGAR EL PAQUETE



Durante mucho tiempo, en España los cigarros puros se expendían en "atados" (y nunca mejor aplicado el término, debido a que estaban liados con una cinta) de seis unidades, desprovistos de cualquier envoltorio, lo que permitía al consumidor examinar minuciosamente el producto antes de comprarlo (observar el color, oler su aroma, contar las unidades...).

Pero, sucedió que un buen día, la Compañía Arrendataria de Tabacos resolvió anular este sistema y ofrecer los cigarros guardados en estuches que mostraban el contenido sólo a través de una pequeña abertura.

La innovación causó gran desagrado entre los fumadores, lo que motivó que se pusiera de moda la frase tragar el paquete, con la que se daba a entender que al usuario no le quedaba otra alternativa que aceptar como bueno -aunque no lo fuese- el tabaco empaquetado.

El dicho se extendió luego al uso general, justificando toda actitud arbitraria e inconsulta.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
VALE LO QUE PESA (To be worth one´s weight in gold).


Aun cuando se dice que este dicho tendría su origen en la cultura escandinava, se cree que la práctica era común a muchos de los pueblos de la Antigüedad.

Existía entre algunos pueblos, una costumbre consistente en que, cuando un hombre mataba a otro, estaba obligado a pagar en oro o en plata, el peso de la víctima a sus familiares.

Posteriormente, esa práctica se trasladó al ámbito religioso, de manera que los parientes de un enfermo ofrecían a la Providencia por su pronto restablecimiento, el peso de aquel en plata, cera, trigo, etcétera.

El mismo significado tienen hoy las ofrendas que se elevan a la Virgen o a algún santo en los templos; asimismo, entre los ismaelitas parsi de la India subsiste la costumbre de regalar anualmente a su jefe espiritual, el Aga Khan, su peso en oro.

Todos estos antecedentes dieron lugar a la creación del dicho popular vale lo que pesa, utilizado para ponderar el valor (moral, intelectual, artístico o práctico) de una persona en particular.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
VERDADES DE PEROGRULLO.



¿Quién no ha hablado alguna vez de las verdades de Perogrullo?

Pero... ¿sabemos realmente quién fue este personaje, si es que alguna vez existió?

No puede afirmarse con certeza quién fue Perogrullo. Para algunos, fue un personaje quimérico; para otros, una persona de carne y hueso, asturiano para más datos.

Sea como fuere, lo que no puede cuestionarse es el caudal de ingenio y gracejo encerrado en las célebres "verdades" que se atribuyen a este personaje, que a la mano cerrada le llamaba puño.

Estas "verdades" formaron parte de coplas, muy cuidadosamente recopiladas y un autor tan afamado como Francisco de Quevedo y Villegas las intercaló en sus prosas.

La incorporación en el uso coloquial de la expresión verdades de Perogrullo (en realidad, una deformación del nombre Pedrogrullo) se debe a la necesidad de expresar aquello que por evidente y consabido se hace ocioso anunciar.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
VÉRSELAS NEGRAS (To find oneself in a tight spot).
Para explicar este dicho, deberemos remontarnos a la antigua Grecia y explicar la manera en que los ciudadanos llegaban a ocupar cargos públicos. Estos se otorgaban confiando en el azar, mediante el sistema de extracción de sortes (bolas o pedacitos de madera marcados, que por otra parte, dieron origen a la palabra "sorteo") por los que se creía que se expresaba el oráculo.

En este sistema, las bolas blancas simbolizaban la suerte venturosa y las negras, la suerte adversa.

Esta interpretación mágica de las suertes se ha mantenido a través del tiempo y de él proviene la expresión vérselas negras, derivada a su vez de tocarle a uno la negra, con el que, en el lenguaje coloquial se señala el infortunio de alguien en cualquier cosa determinada por el azar.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
VÍSTEME DESPACIO QUE TENGO PRISA (Haste makes waste).


Seguramente, no debe de haber otro dicho popular tan cuestionado respecto de su origen, como este. En realidad, se trata de una sencilla frase, pero ha sido adjudicada a tantos protagonistas de la Historia que nadie sabe ciertamente quién tiene los "derechos de autor".

Desde Carlos III a Fernando VII, pasando por Napoleón Bonaparte, todos alguna vez parecen haber pronunciado esta frase que, por otra parte, no demuestra ser ninguna genialidad y es un hecho que muchos de los protagonistas de importantes hechos históricos pudieron haberla utilizado en algún momento de su vida.

No obstante, una creíble versión sostiene que fue el emperador Augusto (y por cronología, precede obviamente a los demás) quien solía exhortar a sus servidores diciéndoles "Apresúrate lentamente".

Con el tiempo, la expresión habría sufrido variantes, pero manteniendo siempre la vigencia con la que llegó a nuestros días y a través de la cual se aconseja a otra persona a que actúe con calma y tranquilidad en el momento más delicado de una situación, debido a que cuando se procede apresuradamente, lejos de abreviar problemas, esa premura suele entorpecer y malograr los mejores propósitos.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
¡VIVA LA PEPA!


La historia nos cuenta que la primera constitución española fue jurada en la ciudad de Cádiz en el año 1812. Pero dos años después, cuando se restableció el absolutismo, el rey Fernando VII la abolió, ayudado en gran medida por los Cien Mil Hijos de San Luis, nombre dado al ejército francés comandado por el duque de Angulema.

Pero la abolición de la Carta Magna no sólo suspendió su vigencia, sino que quedó terminantemente prohibida la sola mención de su nombre, por lo que los liberales no podían utilizar su tradicional grito de ¡Viva la Constitución!

Lejos de someterse a esa medida arbitraria, los partidarios de la constitución encontraron la forma de referirse a ella, sin necesidad de mencionarla: como había sido promulgada el día 19 de marzo -festividad de San José-, la bautizaron La Pepa (recuérdese que Pepe es el hipocorístico o diminutivo cariñoso de José) y así fue como surgió el grito de ¡Viva la Pepa! para reemplazar el de ¡Viva la Constitución!, considerado entonces subversivo.

Por supuesto, con el correr del tiempo la expresión habría de perder toda intención política para pasar a significar desenfado, regocijo y alboroto, tal como lo utilizamos actualmente, sobre todo para dar a entender que en algún lugar reina un total y completo desorden.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
YO... ME LAVO LAS MANOS (To wash one´s hand of something).


Esta frase, muy utilizada para dar a entender que uno se declara libre de responsabilidad ante cualquier hecho, debe su popularidad al gesto histórico de Poncio Pilatos, procurador romano de la región de Judea, cuando tras pronunciar sus célebres palabras "Inocente soy de la sangre de este justo", se lavó las manos como respuesta a la condena de Jesucristo, clamorosamente reclamada por la turba enardecida de Jerusalén.

En realidad, el gesto de lavarse las manos era una práctica simbólica en aquellos tiempos y se utilizaba para dar testimonio de inocencia ante cualquier grave acusación.

Actualmente, la expresión yo... me lavo las manos o simplemente lavarse las manos, hace referencia a la liberación de toda responsabilidad ante determinado hecho.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
ZAPATERO, A TUS ZAPATOS (Mind your own business).

Según los testimonios de los historiadores Valerio Máximo y Plinio, el Viejo, la frase fue pronunciada en cierta oportunidad por Apeles, el pintor griego más célebre de la Antigüedad. Este artista acostumbraba a exponer sus cuadros en la plaza pública y así podía escuchar directamente la opinión de la gente acerca de sus trabajos.

En cierta oportunidad, Apeles había expuesto el retrato de una persona importante de su ciudad y un zapatero que pasaba por el lugar, se detuvo a observar la obra y criticó la forma de una de las sandalias del personaje.

Apeles acató la observación del zapatero, llevó la obra a su taller, la rectificó y nuevamente la llevó al lugar de exposición.

Cuando el zapatero volvió a contemplar el cuadro, al ver que el pintor había acatado su sugerencia, se sintió autorizado para extender sus críticas a otros aspectos del retrato, lo que motivó que Apeles, al escuchar esos comentarios, lo encarara y le dijera: zapatero, a tus zapatos.

La expresión, desde entonces, se usa como consejo a quien pretende juzgar asuntos ajenos en los que no es experto.


Diversas fuentes. Recopilación realizada por A. Torres Sánchez.

0 comentarios