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18-04-2005, el día después de las elecciones en el PAÍS VASCO.

18-04-2005, el día después de las elecciones en el PAÍS VASCO.

La pérdida de escaños de PNV-EA y la irrupción de EHAK se convirtieron en las dos grandes noticias de la noche electoral en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. La aparición del partido que recoge los votos de la izquierda abertzale aparecía ya de entrada como el factor sorpresa que podía condicionar todos los resultados, pero los 150.188 sufragios ­conseguidos con una infraestructura mínima y sin hacer una campaña al uso­ terminaron por romper todas las quinielas y permiten extraer muchas lecturas.


La más evidente es el fracaso de la política de ilegalización, ya que el nuevo partido había hecho de esta cuestión prácticamente su única bandera electoral, sin presentar más programa que la defensa de todas las opciones pudieran llegar a la Cámara tras el veto impuesto primero a Batasuna y después a Aukera Guztiak.

En segundo lugar, los nueve parlamentarios evidencian el resurgimiento de la izquierda abertzale después de la crisis derivada de la ruptura del proceso de Lizarra-Garazi y que le llevó a tocar fondo el 13 de marzo de 2001. Muestran paralelamente que la propuesta renovada de Anoeta concita un importante apoyo en este sector. Y prueban la cohesión de la izquierda abertzale frente a quienes interpretaban que las siglas de EHAK podían crear recelos a muchos votantes de este espacio.

La izquierda abertzale es la única que sube en votos, ademas del PSE. Euskal Herrialdeetako Alderdi Komunista cosechó ayer 150.188 sufragios frente a los 143.139 de EH hace cuatro años, pero con dos matices muy importantes: por un lado, esta vez tuvo que enfrentarse a una participación notablemente menor (se quedó en un 69% frente al 79% de hace cuatro años); y, por otro, entre medio se ha producido la escisión de Aralar, que ayer ob- tuvo 28.000 apoyos.

La otra cara de la moneda es la de PNV-EA, que se queda en 463.873 votos, muy lejos de los 604.222 acumulados en torno a Juan José Ibarretxe rompiendo todas las marcas en 2001.

En otras palabras, uno de cada cuatro votantes de PNV-EA de hace cuatro años optaron ayer por no acudir a las urnas o pasarse a otras opciones. Es evidente que muchos de los 80.000 votos de la izquierda abertzale que escogieron entonces la papeleta de Ibarretxe ayer retornaron a su espacio natural de procedencia. Falta ver ahora la lectura que hará de ello la coalición, y especialmente el PNV, y si ello conlleva alguna modificación de su estrategia.

El resultado, en cualquier caso, resulta coherente con la trayectoria histórica de estos dos partidos. Lo realmente inhabitual fue lo ocurrido en 2001. La coalición se sitúa en un porcentaje de voto del 38% sobre el total emitido, que supone la media del logrado en la última década y media. Tiene más votos que en 1994, por ejemplo, y los mismos que en 1998, en los comicios post-Lizarra-Garazi.


La otra pata del tripartito, EB, obtuvo también menos votos de los que se preveía. Pierde casi 14.000 votos, lo que supera la cota de merma que cabe imputar a la mayor abstención. EBnunca había tenido tan pocos votos en estas convocatorias (93.000 en 1990, 108.000 en 1994, 71.000 en 1998, y 78.000 en 2001). Queda claro que la participación de Javier Madrazo en el Gobierno de Lakua no ha traído a Ezker Batua ningún empujón añadido.

Aralar es la otra formación que comparecerá por primera vez en la Cámara de Gasteiz junto a EHAK, pero esta vez con únicamente una parlamentaria, la lograda en Gipuzkoa. En Bizkaia y Araba no tuvo opción alguna. Y en términos totales el partido de Patxi Zabaleta no ha logrado un despegue significativo en estos comicios, los primeros de este tipo a los que comparecía. Sus 28.0001 votos doblan casi a los logrados en las elecciones europeas, pero no se acercan siquiera a los de las estatales de 2004, cuando concurrió en compañía de Zutik, que esta vez se ha desentendido.

El panorama de la gobernabilidad queda en términos más o menos similares a los de hace cuatro años, pero con mayores distancias. Salvo que se produjera un vuelco en la política de alianzas por parte de PNV-EA (los sectores más proclives a un acercamiento al PSE pueden plantear algún tipo de batalla a Ibarretxe), la reedición del tripartito se presume como la fórmula más viable. Esa era la apuesta expresa de la coalición durante toda la campaña.


Sin embargo, en esta ocasión el triunvirato dispondrá de un volumen de escaños más precario. Ya no le faltan dos escaños para alcanzar la mayoría absoluta, sino seis. Aralar podría convertirse en un apoyo añadido, pero el voto de Aintzane Ezenarro sería una ayuda muy escasa. EHAK tendrá, pues, la deseada llave que abriría las puertas de la mayoría al tripartito si se apuesta por repetir esta opción. Pero antes hay otro problema: la investidura del nuevo lehendakari.

Se da la circunstancia de que PP y PSOE suman 33 escaños, que son justo los mismos conformados por la presumible entente de PNV-EA-EB-Aralar. Así, en el trámite para nombrar lehendakari se aventura un empate técnico entre Juan José Ibarretxe y Patxi López, el candidato del PSE a quien el PP ya ha anunciado que prestará sus votos incondicionalmente. A los nueve parlamentarios de EHAK les tocará tomar la decisión final. Todo ello siempre que no haya ningún movimiento extraño que ya ha sido descartado de forma expresa por los candidatos: por ejemplo, por Patxi López al afirmar que no será vicelehendakari de Juan José Ibarretxe en ningún caso.

Ante tal panorama, resultó muy significativo que durante la noche de ayer ninguno de los partidos quisiera abordar el debate, y apostara por dar tiempo a un análisis detallado de la situación. Quienes hablaron de acuerdos, además, lo hicieron remarcando que no se deberían limitar a decidir el futuro gobierno, sino que deberían dar pasos hacia la resolución del conflicto a través de la democracia y la paz (como afirmó Arnaldo Otegi en la celebración de la izquierda abertzale) o hacia la «normalización política definitiva» (en palabras de Juan José Ibarretxe). Begoña Errazti (EA)o Javier Madrazo (EB)incidieron en lo mismo. A partir de hoy empezarán a sonar los teléfonos.

@torres.

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